27 febrero, 2025En épocas de incertidumbre, es fácil abrumarse ante los desafíos que enfrentamos. Los ataques a los derechos laborales, la codicia corporativa, la inestabilidad política y las dificultades económicas pueden hacer que el camino por delante parezca insuperable. Sin embargo, si hay algo que debemos recordar como movimiento, es esto: ganamos.
Por Atle Høie, el secretario general de IndustriALL Global Union.
Y cuando ganamos, transformamos la vida de las personas.
Mirando hacia 2024, nuestros afiliados de todo el mundo han librado y ganado batallas importantes. Estas victorias no cayeron del cielo, sino que se alcanzaron gracias a la determinación incansable de los trabajadores y trabajadoras que se negaron a ceder. Cada una de ellas es la prueba de que la acción colectiva funciona, de que la solidaridad es nuestra mayor fortaleza y de que, incluso en los momentos más difíciles, podemos vencer y vencemos.
Las victorias que marcaron el 2024
Una de las victorias más grandes y esperadas del año se produjo en Indonesia en noviembre, cuando los sindicatos lucharon con éxito contra la dura e injusta Ley Ómnibus. Durante años, esta norma erosionó los derechos laborales y debilitó las protecciones, sin embargo, gracias a los esfuerzos de nuestros afiliados en el país, el Tribunal Constitucional falló a favor de los trabajadores, lo que obligó al gobierno a promulgar una nueva ley. Esta es una victoria crucial, no solo para los trabajadores y trabajadoras indonesios, sino para todos nosotros, porque cuando luchamos contra la explotación, sentamos un precedente para que otros lo sigan.
¿Qué es la Ley Ómnibus?
La Ley Ómnibus de Indonesia, oficialmente llamada Ley sobre la Creación de Empleo, entró en vigor en 2020 para atraer inversiones mediante la reducción de la regulación. Sin embargo, debilitó significativamente los derechos laborales, lo que facilitó a las empresas la contratación y el despido de empleados, la reducción de las indemnizaciones por despido y el uso de la subcontratación. También hizo retroceder las protecciones ambientales. Los sindicatos se opusieron firmemente a la ley, y esto dio lugar a demandas judiciales y protestas masivas. En 2024, el Tribunal Constitucional de Indonesia falló a favor de los sindicatos, lo que obligó al gobierno a revisarla.
En México, nuestro afiliado Los Mineros demostró una vez más la importancia de permanecer unidos para obtener resultados. En julio, tras dos meses de huelgas persistentes, el personal de ArcelorMittal consiguió mejores condiciones y salarios. El conflicto fue muy reñido, pero demostró el poder de la huelga como herramienta para obligar a las empresas a respetar a su fuerza laboral.
Mientras tanto, en Nigeria, los sindicatos consiguieron un aumento salarial largamente esperado para los trabajadores, que elevó el salario mínimo de 30.000 nairas (USD 19) a 70.000 nairas (USD 43). En un país donde la inflación se encuentra por las nubes, esta victoria garantiza que los trabajadores puedan mantener sus ingresos y luchar contra la injusticia económica.
Y no se trata solo de salarios, se trata de dignidad. En Turquía, nuestros afiliados del sector metalúrgico alcanzaron un acuerdo histórico a pesar de la inflación récord. En Túnez, los trabajadores textiles obtuvieron un aumento salarial del 20%, lo que demuestra que los sindicatos en el sur global continúan avanzando a pesar de la inmensa presión.
En la industria automotriz, fuimos testigos de un hecho histórico en Estados Unidos, donde los trabajadores de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, votaron abrumadoramente a favor de unirse al UAW. Esta fue una victoria monumental en una región históricamente hostil hacia los sindicatos, lo que demuestra un cambio de rumbo para los trabajadores estadounidenses que reclaman su derecho a sindicalizarse.
En Italia, los trabajadores de Enel lucharon contra amenazas a la seguridad laboral y lograron un acuerdo crucial para proteger miles de puestos de trabajo. En Sri Lanka, por su parte, los sindicatos lograron un acuerdo largamente esperado que reafirmó los derechos de los trabajadores en una economía en rápida evolución.
El poder de ganar
Estas victorias son importantes porque nos recuerdan algo fundamental: siempre vale la pena luchar.
En tiempos de dificultad, es fácil ver solo lo que está mal, centrarse en las crisis, los reveses y los ataques corporativos a nuestros derechos. Pero cada victoria, sin importar cuán grande o pequeña sea, es un paso adelante. Ganar no consiste solo en conseguir mejores salarios o condiciones; se trata de demostrar que el cambio es posible. Se trata de mostrar a los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo que no están solos.
Aunque en 2024 tuvimos muchas victorias de las que enorgullecernos, la lucha está lejos de haber terminado. Aunque los desafíos a los que nos enfrentamos, como la automatización, la impunidad corporativa y la legislación antisindical, son cada vez mayores, también lo es nuestra fuerza. De cara al futuro, llevemos estas victorias con nosotros como prueba de lo que podemos lograr juntos.
A nuestros afiliados, a los trabajadores y trabajadoras que se mantuvieron firmes en los piquetes, a quienes negociaron incansablemente en la mesa de negociaciones, gracias. Sus luchas inspiran a los trabajadores de todo el mundo y sus victorias allanan el camino hacia un mundo más justo.
Espero poder compartir con ustedes en nuestro Congreso en Sídney en noviembre de 2025, donde celebraremos las inspiradoras victorias que están por venir.
Sigamos ganando.