16 junio, 2014En momentos en que la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra estudiaba el problema de los derechos laborales en Suazilandia, representantes de los trabajadores realizaron una enérgica manifestación con pancartas que exigían la liberación de un abogado sindical encarcelado y la aprobación del registro de las Federaciones Sindicales del país.
En efecto, en las audiencias de casos en la Conferencia Internacional del Trabajo, que es la máxima autoridad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), nunca se había visto una manifestación de protesta de esta naturaleza llevada a cabo por todos los representantes de los trabajadores. Como país signatario del Convenio 87 de la OIT sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación, Suazilandia estaba en la lista de los casos objeto de estudio de la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT. Durante la última década el gobierno de Suazilandia ha venido violando los derechos sindicales y humanos, evadiendo intervenciones de la OIT respecto a la aplicación del Convenio 87.
En el diálogo plenario tripartito del 6 de junio de 2014, el gobierno de Suazilandia se negó a reconocer la falta de progreso en el registro de dos federaciones sindicales, el Congreso de Sindicatos de Suazilandia (TUCOSWA) y los Sindicatos Unidos de Suazilandia (ATUSWA). El gobierno también negó haber violado los derechos de sindicalización y haber reprimido a los dirigentes sindicales.
En Suazilandia, IndustriALL Global Union cuenta con tres sindicatos afiliados; las luchas sindicales en este país están vinculadas con las que se realizan en favor de la democracia política. Este pequeño país del sur de África es gobernado por un monarca que estableció estado de emergencia en 1973 y que ha seguido vigente por 41 años después. El abuso de poder se extiende a la policía y al poder judicial, donde se utilizan detenciones y juicios para hacer frente a la disidencia. Más recientemente, Thulani Maseko, abogado de gran respeto que trabaja en el campo de los derechos humanos y sindicales, y Bheki Makhubu, editor de la revista Nation, fueron encarcelados y enfrentan juicio por desacato a la corte, por haber publicado artículos que cuestionan al poder judicial.
En vista de los casos claros de represión en Suazilandia y violaciones flagrantes de los derechos sindicales y humanos, parecían absurdos los intentos del gobierno de Suazilandia ante la audiencia de la Comisión de la OIT, de querer restar importancia a las acusaciones de trasgresión de los derechos de sindicalización y represión contra los trabajadores. Por el contrario, el gobierno dijo que se había hecho progreso suficiente en sus políticas sindicales. Como era de esperar, en la señalada audiencia varios representantes de gobiernos africanos dieron apoyo al gobierno de Suazilandia, afirmando, en lo que parecían ser declaraciones bien ensayadas, que el gobierno había demostrado suficientemente su pleno compromiso de hacer las modificaciones necesarias y que se le debía dar más tiempo para implementar las medidas legislativas correspondientes.
Sin embargo, el representante del gobierno de los Estados Unidos afirmó que el hecho de no responder por las violaciones del Convenio 87 en Suazilandia era un "asunto de grave preocupación", sobre todo porque el país goza de comercio preferencial con los EE.UU. bajo la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África. Este punto de vista también fue promovido por la Sra. Fisher, representante sindical de EE.UU., quien indicó que no se había respetado el plazo de mayo de 2014 que se le dio al gobierno de Suazilandia para modificar la legislación para que continuara gozando del derecho de ese país a recibir beneficios comerciales. El representante sindical del Reino Unido dijo que los acuerdos comerciales con la UE también exigen que se cumplan los compromisos internacionales, incluyendo la libertad de sindicación, la libertad de reunión y la libertad de expresión, y que en los últimos meses había aumentado el número de personas detenidas por haber criticado al régimen de Suazilandia.
Se dio una situación positiva de apoyo que pocas veces se observa en la Conferencia Internacional del Trabajo, cuando varios delegados empresariales se unieron a los representantes de los empleadores de Suazilandia para exigir se cumpla de inmediato con el Convenio 87, y que se formalice con calidad de urgencia el registro sindical de TUCOSWA. Las asociaciones empresariales también se han visto afectadas por la decisión del gobierno que insiste que la legislación actual es insuficiente para permitir que se registren las federaciones.
(Los representantes de los trabajadores de Suazilandia dejaron bien en claro que se está atacando sistemáticamente los derechos de los trabajadores, y que actualmente se aplica represión contra las actividades sindicales. Esto incluye las tácticas represivas del gobierno contra los dirigentes sindicales y contra quienes apoyan a los sindicatos, como Maseko, quienes corren el riesgo de detención, antecedentes penales y encarcelamiento en su lucha por los derechos sindicales y humanos.)
En particular, tres países, Argelia, Camboya y Suazilandia, figuraban inscritos en la lista de la Comisión de Aplicación de Normas para debate sobre el Convenio 87. Lamentablemente, la Comisión no pudo llegar a conclusiones finales sobre 19 casos, incluyendo estos tres, ya que el grupo empresarial volvió a negarse a reconocer que el derecho de huelga forma parte del Convenio 87.
Debido a este obstáculo, en la Conferencia Internacional del Trabajo de este año no se ha tomado ninguna posición firme en cuanto a Suazilandia; sin embargo las conclusiones provisionales indican que todas las partes se están cansando de ser engañadas por promesas de reforma por parte del gobierno de Suazilandia que siguen sin cumplirse.