8 diciembre, 2015El mundo de la industria fabril está a punto de sufrir un cambio radical. Según algunos, estaríamos viviendo una cuarta revolución industrial que transformará el modo de producción fabril. Esta nueva revolución impactará enormemente en los trabajadores.
Ya en 2011 se acuñó en Alemania el término Industria 4.0 para referirse a la informatización de la fabricación, que se considera como la cuarta revolución industrial.
A finales del siglo XVIII se conoció la primera revolución industrial por la cual surgió la producción fabril, ayudada por máquinas accionadas por medio de agua y vapor. La segunda revolución se produjo a principios del siglo XX, cuando se introducen las cadenas de montaje para producción masiva, accionadas por medio de energía eléctrica. La tercera se caracterizó, en la década de 1970 en adelante, por el reemplazo de la producción analógica y mecánica por la tecnología electrónica y digital.
La cuarta revolución industrial, o Industria 4.0, utiliza la inteligencia artificial e información en tiempo real para aumentar la productividad y reducir los costos.
La aplicación de inteligencia artificial en las fábricas permite que la maquinaria y los sistemas de almacenamiento y de producción realicen tareas complejas, intercambiando información y dando instrucciones uno al otro, sin necesidad de intervención humana.
En la reunión del Foro Económico Mundial en Davos, en enero de 2015, la canciller alemana, Angela Merkel, calificó la Industria 4.0 como una nueva forma de “abordar con rapidez la fusión del mundo en línea y el mundo de la producción industrial”.
La Industria 4.0 se basa en gran medida en la Internet de los objetos - objetos con tecnología incorporada que puede comunicarse con sistemas de TI y ser detectados por los sensores.
La computación en redes es también esencial para apoyar miles de millones de sensores, dispositivos y el flujo de información o datos que crean.
Los avances en el análisis de datos significa que el software de gran alcance puede analizar en tiempo real toda esta información (o Big Data) procedente de los sistemas de fabricación. Esta nueva tecnología trae grandes beneficios para las empresas multinacionales, ya que ofrece acceso instantáneo a información actualizada sobre la producción en las cadenas de suministro. También permite que las empresas respondan más rápidamente a las tendencias comerciales, planificando mejor en base a pronósticos más precisos.
Por otra parte, la evolución de la impresión tridimensional puede potencialmente reducir drásticamente los costos de investigación y desarrollo, e incluso eliminar completamente la necesidad de contar con instalaciones de producción.
Pero, ¿dónde quedan los trabajadores con todo esto?
No cabe duda que la digitalización creará nuevos puestos de trabajo, pero en sectores diferentes. Y a medida que los robots se hagan cada vez más sofisticados, y las máquinas se controlan unos a otros, ¿no se va a reducir la necesidad de contar con mano de obra?
“No sabemos todavía cuál será el impacto verdadero”, dice Christian Brunkhorst de IG Metall, sindicato alemán afiliado a IndustriALL, quien se refirió a este tema en la reunión reciente del grupo de trabajo del sector automotriz de IndustriALL, realizada en Toronto. “Si bien puede haber algunas mejoras ergonómicas para los trabajadores a medida que tareas repetitivas o difíciles son asumidas por los robots, los trabajadores tendrán que adquirir rápidamente nuevas habilidades para mantenerse al día con las fábricas inteligentes”.
En el sector automotriz, no son solamente los modos de producción que se hacen inteligentes: los vehículos conectados y autónomos podrían volver a transformar la industria y la conducción en sí.
“Es posible que se creen muchos nuevos puestos de trabajo altamente calificados en las áreas de planificación, configuración y mantenimiento de las nuevas tecnologías, pero los trabajadores poco calificados podrían salir perdiendo”, dice Brunkhorst.
La tecnología y sistemas inteligentes también pueden conllevar a un amplio control y supervisión de la conducta y rendimiento de los trabajadores. Se exige mayor flexibilidad individual a las fábricas que trabajan con sistemas inteligentes, y se cree que va a aumentar el trabajo precario.
IG Metall está informando a los comités de empresa sobre los cambios inminentes, realizando estudios para evaluar las consecuencias para la fuerza de trabajo. “En esta etapa, como sindicato, estamos tratando de influir en el proceso de transición a medida que estas nuevas tecnologías se vayan introduciendo en el sector automotriz”, dice Brunkhorst.
Por otra parte, Foxconn, el fabricante del iPhone, que emplea a 1,2 millones de trabajadores, ha informado que dentro de cinco años los robots reemplazarán a un 30% de la plantilla de trabajadores en sus cadenas de montaje.
Kan Matsuzaki, Director de TIC, Electricidad y Electrónica de IndustriALL, dijo lo siguiente:
La Industria 4.0 se va a introducir en varios sectores, más pronto de lo que nos imaginábamos. Los sindicatos deben estar preparados para el enorme impacto sobre el empleo, las condiciones de trabajo y los derechos de los trabajadores, y centrar la atención en actividades para lograr una transición justa.