12 noviembre, 2019IndustriALL Global Union repudia enérgicamente el golpe de estado contra el mandato del legítimo presidente boliviano, Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019.
Es importante destacar que desde las elecciones presidenciales celebradas en octubre pasado, las fuerzas de oposición bolivianas han desatado actos de violencia, incluyendo el saqueo y quema de casas, la humillación de funcionarios elegidos democráticamente, secuestros y amenazas físicas a sus familias , la quema de la casa de la hermana del presidente y la invasión de la propia casa de Evo Morales, con el objetivo de forzar su dimisión, la de su vicepresidente, Álvaro García-Linera, y la de numerosos líderes del partido presidencial del Movimiento por el Socialismo (MAS). Estos ataques han tenido un carácter racista y de fundamentalismo religioso que genera mucha preocupación dado el espíritu inclusivo de un Estado Plurinacional. El presidente se encuentra ahora en exilio en México; ofrecimiento que recibió del gobierno de aquel país.
El Presidente Morales aceptó las recomendaciones emitidas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la realización de una nueva elección, la renovación completa de los organismos electorales y la posibilidad de nuevos candidatos. A pesar de que todas estas recomendaciones fueron aceptadas e implementadas, la oposición optó por la intransigencia y la ruptura democrática.
Además, tanto las fuerzas policiales como las fuerzas armadas han interferido en el proceso democrático: las fuerzas policiales amotinadas, al haber recurrido al uso indiscriminado de la fuerza, fomentaron un verdadero disturbio, y el jefe de las Fuerzas Armadas realizó declaraciones al país “sugiriendo” que el presidente demitiera. Nos llegan informaciones de que habría resistencia en varias partes y crece el temor de una confrontación civil de amplia escala.
La ruptura del orden democrático boliviano ocurre en un contexto de varios levantamientos populares contra gobiernos conservadores en toda América Latina, y que incluyen la victoria electoral de Alberto Fernández en Argentina. A diferencia de los recientes golpes de estado en Honduras, Paraguay y Brasil, que al menos trataron de simular un ambiente de respeto del orden constitucional, el golpe de estado en Bolivia repite el modelo de los sangrientos golpes de Estado de las décadas de 1960 y 1970.
Teniendo en cuenta esto último, es de extrema importancia que el mayor número posible de países expresen claramente su repudio al golpe de estado en Bolivia para así contribuir a evitar que la interrupción de procesos democráticos en América Latina vuelva a proliferar.
Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Bolivia y con Evo Morales; y exigimos el respeto irrestricto de los derechos humanos del pueblo boliviano, como así también el respeto de la vida y la integridad del presidente, su equipo, y sus familiares. Apoyamos el pedido de Evo Morales a los golpistas por la cual les exige que logren normalizar pacíficamente la situación en el país, y que el senado convoque a elecciones inmediatamente para restablecer el orden democrático en Bolivia.