24 mayo, 2023El sindicato Travailleurs Unis Des Mines Métallurgie, Energie, Chimie et Autres Industries (TUMEC), afiliado a IndustriALL Global Union y representante de los trabajadores de dos minas de Glencore en Kolwezi, Kamoto Copper Company (KCC) y Mutanda Mining (Mumi), afirma que la multinacional minera y comerciante de productos básicos, con sede en Suiza, trata injustamente a sus empleados al pagarles diferentes salarios y prestaciones por el mismo trabajo.
Las brechas salariales quedaron expuestas Glencore clausuró la mina de Mutanda Mining en noviembre de 2019, alegando los bajos precios del cobalto y el aumento del costo de producción.
Más de 500 trabajadores pasaron a KCC, donde firmaron nuevos contratos que los ubicaron en escalafones más altos. En estos puestos, recibían mayores salarios, asignaciones de USD 50 mensuales por tarifas escolares, vacaciones remuneradas y otros beneficios.
Sin embargo, cuando Mumi volvió a abrirse en 2022, la mayoría de los trabajadores reintegrados a esta mina perdieron las prestaciones de las que gozaban en KCC.
Los empleados que permanecieron en Mumi durante el cierre, principalmente en la sección de cobalto y los departamentos de mantenimiento y seguridad, no recibieron ninguna de las bonificaciones previstas por la legislación laboral. El TUMEC quiere que los trabajadores que siguieron trabajando durante el cierre parcial de Mumi, principalmente encargados de la recirculación para disminuir las radiaciones de uranio, reciban las bonificaciones correspondientes, y se niega a hacerse cargo del seguro de riesgo para los trabajadores afectados.
Según el sindicato, Mumi continúa ignorando el convenio colectivo e incumple la legislación laboral en materia de las horas extras, el pago de vacaciones y los cálculos salariales.
Un informe exhaustivo de 2021, publicado por las organizaciones RAID y CAJJ, reveló que Glencore y otras multinacionales mineras activas en la RDC suelen usar trabajadores subcontratados para reducir los costos laborales, limitar sus responsabilidades legales y evitar la afiliación sindical. Además, la dirección intimida a los trabajadores que se atreven a quejarse.
Existen preocupaciones sobre la escasez de equipo de protección personal adecuado, así como la infracción continua de las normas de salud y seguridad de parte de Glencore. Según los trabajadores, la harina de maíz que reciben en la mina, en virtud de un acuerdo de larga data con la dirección, es de mala calidad.
“Desde que se instaló la nueva dirección, la harina de maíz que ahora nos dan en la mina es basura en comparación con lo que estábamos acostumbrados”, dijeron algunos de los trabajadores.
“Por medio de su estilo de gestión no intervencionista, mediante el cual permite que los directores locales tomen decisiones operativas sin ajustarse a una norma mundial, Glencore intenta protegerse de las críticas. No obstante, esto significa que la empresa no tiene control sobre las externalidades negativas. En lugar de abordar estos problemas, Glencore se esconde detrás de la oscuridad de las largas y complejas cadenas de suministro e intenta cambiar la narrativa al intentar reparar los daños una vez expuestas las infracciones. Y son las personas, tanto dentro como alrededor de sus minas, las que pagan el precio”,
declaró Glen Mpufane, director de minería de IndustriALL.