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Glencore debe pasar del dicho al hecho

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5 junio, 2024Una delegación de representantes de sindicatos, ONG, comunidades indígenas y afectadas de Colombia, Perú, la República Democrática del Congo (RDC), el Reino Unido y Suiza asistieron a la reunión general anual de Glencore en Zug, Suiza, celebrada el 29 de mayo, para exigir respuestas de la junta directiva sobre la flagrante falta de voluntad de la empresa para abordar los graves problemas ambientales, sociales y de gobernanza en sus actividades mundiales, así como sobre su aversión al diálogo.

“Las violaciones generalizadas de los derechos humanos y laborales por parte de Glencore volvieron a dominar la reunión. Nos preocupa el trato diferenciado de los trabajadores en las distintas plantas, nos preocupa que no se les consulte cuando se cierran las minas y que se los excluya del futuro de la empresa”, 

declaró el secretario general adjunto de IndustriALL, Kemal Özkan. 

Se recordó a la junta directiva y a los accionistas el cierre irresponsable de la mina de Prodeco en Colombia, en el que no hubo diálogo social ni transparencia.

“Glencore y Prodeco despiden a los trabajadores y luego los vuelven a contratar en calidad de subempleados, sin apoyo ninguno. Esto suele dar lugar a conflictos. No hay diálogo social entre empleadores y trabajadores. Esta no es la forma de dirigir una empresa de forma sostenible. Quiero saber qué medidas tomará Glencore para evitar estas situaciones, porque lo que dicen en público no es lo que está sucediendo sobre el terreno”, 

expresó Claudia Blanco, del sindicato colombiano SINTRACARBÓN, afiliado a IndustriALL.
 
Jaime López, secretario nacional de SINTRACARBÓN, se mostró preocupado por el contrato entre Cerrejón y el gobierno, que finalizará en 2034, lo que supondrá el cierre de la mina.

“Los empleados deben saber que existe un plan para el cierre y que pueden acceder a él. ¿Este plan considera los aspectos laborales, comunitarios y ambientales?” 

Glen Mpufane, director de minería de IndustriALL, destacó que la reciente huelga en la mina de Mumi, en la RDC, fue el resultado de un trato diferenciado de los trabajadores empleados por la misma empresa, Glencore.
 
IndustriALL subrayó que Glencore tiene que ocuparse de la contaminación atmosférica por arsénico en la fundición de Rouyn-Noranda en Quebec, que emite este cancerígeno 30 veces más que el límite permitido por la provincia. IndustriALL y su afiliada Fédération De L'industrie Manufacturiere (FIM) tienen la intención de presionar urgentemente para acelerar el seguimiento de la iniciativa AERIS.
 
El director ejecutivo y el presidente de Glencore intentaron abordar las cuestiones planteadas, pero, al igual que el año pasado, a los trabajadores se les dijo que hablaran con la dirección regional.

“Somos prudentemente optimistas; el director general y el presidente se mostraron comprometidos. Indicaron que están dispuestos a profundizar en el tema, y tenemos la intención de que rindan cuentas al respecto. No pueden retratar una imagen públicamente y comportarse de manera diferente sobre el terreno, deben asumir la responsabilidad de todos sus actos”, 

afirmó Glen Mpufane.