6 septiembre, 2023La Federación Industrial de Sindicatos de Trabajadores del Textil, el Cuero y la Confección (IFTLGWU), que perdió más de 20.000 miembros debido a las pérdidas masivas de empleo, informó que los recortes de personal están causando un sufrimiento incalculable y aumentando la pobreza entre los trabajadores del sector.
La IFTLGWU, afiliada a IndustriALL Global Union, afirmó que 11 trabajadores murieron y que se produjeron bombardeos de fábricas durante la guerra en Tigray, en el norte del país. El Acuerdo de Pretoria, que puso fin al conflicto, se firmó en noviembre de 2022.
El Gobierno etíope estima que se perdieron millones de empleos luego de que EE. UU. apartara al país de los beneficios de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA, por sus siglas en inglés) por “no defender los derechos humanos reconocidos internacionalmente” durante el conflicto bélico. Además, algunas marcas de ropa, incluidas H&M y PVH, dejaron de fabricar y adquirir prendas en el país por las mismas razones.
El 1 de septiembre, en el parque industrial de Hawassa, IndustriALL habló con siete personas que perdieron sus empleos en las fábricas de Epic Group, Best International Garments y Quadrant Apparel Group.
“Vine a trabajar como de costumbre, pero recibí el golpe de mi vida cuando me dieron una carta de despido al final del turno. Había perdido mi trabajo. Tengo una familia que cuidar, pero es difícil cuando no tienes dinero”,
declaró Weyneshet Wendimoget.
Para estos trabajadores y trabajadoras, algunos despidos fueron ilícitos, ya que los empleadores no siguieron los procedimientos exigidos por las leyes laborales. Según el sindicato, hicieron esto para evitar pagar las indemnizaciones correspondientes. Sin embargo, los despidos fueron impugnados ante la justicia y los trabajadores ganaron.
Ni siquiera se salvaron las personas más calificadas, como Desbele Birmay:
“Después de recibir capacitación en diseño a través del Grupo EPIC en Vietnam, regresé a Etiopía y trabajé en el departamento de corte antes de perder mi trabajo. La guerra fue una doble tragedia para mí, porque soy de Tigray y no pude volver a casa después del despido a causa del conflicto. Entonces, me quedé en Hawassa sobreviviendo a costa de trabajos a destajo y la ayuda de mis amigos. Pero solo se consiguen trabajos temporales por menos de 60 días, ya que a los empleadores no les interesa otorgar contratos permanentes”.
Quienes sí conservaron sus empleos se vieron sometidos a la inseguridad laboral y a salarios bajos, causados por la disminución de los pedidos de exportación que obligó a las fábricas a reducir la producción.
“Ante una inflación tan alta (del 28,8 % en julio), cuesta entender cómo los trabajadores pueden sobrevivir con salarios tan bajos. Los salarios dignos deberían ser de al menos 10.000 birrs (USD 181). Pero la situación de las personas despedidas es aún peor”,
dijeron los trabajadores, que mencionaron que a los operadores de máquinas se les pagaba entre 2200 y 2800 birrs (USD 40-51).
Después de que los sindicatos amenazaran con ir a la huelga, el Gobierno etíope aprobó planes para reducir el impuesto sobre la renta, introducir salarios mínimos y establecer un consejo de salarios.
Angesom Gebre Yohannes, presidente de la IFTGLWTU, expresó:
“La suspensión de la AGOA afectó a muchas fábricas en los parques industriales de Adama, Bole Lemi, Hawassa y Kombolcha. En algunos casos, las fábricas que trabajaban conjuntamente en pedidos que se exportaban libres de impuestos a los EE. UU. se encontraron sin nada que hacer. Por lo tanto, quisiéramos que se levantara la suspensión para recuperar empleos e inversiones”.
Atle Høie, secretario general de IndustriALL, declaró:
“Con el diálogo y la reconciliación en curso, esperamos que la reanudación del comercio restaure y cree empleos decentes, especialmente para las mujeres y los jóvenes. Esperamos que repunte la afiliación a los sindicatos, que se vieron diezmados por los despidos, y nos solidarizamos con la IFTGLWTU en sus esfuerzos por reconstruir su organización”.