8 diciembre, 2015Hashmeya Alsaadawe es Presidenta del Sindicato General de Trabajadores y Técnicos de la Electricidad de Basora (GUEWT), organización afiliada a IndustriALL Global Union, y miembro del Comité Ejecutivo de IndustriALL, representando a los trabajadores y trabajadoras del Medio Oriente y África del Norte. En 2003, llegó a ser la primera mujer de Irak que fuera elegida como dirigente de un sindicato nacional, y se cree que es la primera mujer que encabezara un sindicato en el mundo de habla árabe.
¿Podría Ud. contar su experiencia, al final de la época de Saddam Hussein, cuando pudo afiliarse a un sindicato?
Al comienzo de su régimen en 1987, Saddam Hussein aprobó la Resolución No. 150 que prohibía la labor sindical en el sector público, en que trabajan todos los empleados en el sector de la electricidad, que es propiedad del estado. Inmediatamente después de la caída del régimen en 2003, me di cuenta que se presentaba una oportunidad para defender los derechos de la fuerza de trabajo. Me apresuré para formar en Basora un sindicato que representara a los trabajadores y trabajadoras de la electricidad, con la ayuda de varios jóvenes.
Siendo mujer, ¿qué tipo de problemas enfrentó al ser elegida como presidenta de un sindicato?
Al principio, no encontré ningún problema a excepción de un pequeño número de sindicalistas que no estaban acostumbrados a la idea de que una mujer encabezara un sindicato. Se presentaron tres personas para elección como presidente; dos hombres y yo. Cuando gané, los otros candidatos comenzaron a crear algunas dificultades durante mi mandato. El sindicato logró importantes triunfos para los trabajadores y trabajadoras y miembros afiliados, por lo que, en el segundo período de elecciones, volví a triunfar y mantuve mi cargo de presidenta.
Desde que Ud. fuera elegida como dirigente del sindicato, ¿cuáles han sido las estrategias que ha aplicado su sindicato para sindicalizar y defender a los trabajadores y trabajadoras?
Después de crear el sindicato, formamos comités sindicales en todas las plantas de energía eléctrica (es decir, de producción, transporte y distribución de energía). Nuestro propósito fue satisfacer las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras y lograr la producción sostenible de energía. Nuestro enfoque de lucha fue principalmente a través de la negociación; en caso de hallar dificultades, realizamos tomas de los lugares de trabajo, junto con manifestaciones en los días feriados frente a las oficinas del gobierno local. También recurrimos a los medios de comunicación para divulgar las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras y de nuestros afiliados. Hemos tenido mucho éxito con todas estas estrategias, incluyendo el haber logrado empleo permanente para unos 2.500 trabajadores y trabajadoras a contrata o temporales en el sector de la electricidad.
¿Cuáles son los obstáculos que ha enfrentado Ud. como dirigente sindical en Irak?
Los problemas de fondo que he enfrentado han surgido a raíz de mi participación en la lucha contra la corrupción en las centrales eléctricas. Me amenazaron las milicias que contaron con el respaldo de funcionarios corruptos en el sector de la electricidad.
Sin embargo, no fui yo solamente quien ha recibido amenazas de muerte. Han habido muchos hombres y mujeres patriotas que pagaron con su vida por realizar su trabajo de defensa de los trabajadores. Después de ser nombrada como candidata para ser miembro de la Cámara de Representantes (el parlamento), recibí nuevas amenazas de parte de milicias partidarias de diferentes partidos políticos religiosos en Irak.
¿Cómo afectaron a Ud. y a su familia esas amenazas de muerte?
Claro que estas amenazas han perjudicado mucho a mi familia y especialmente a mi hijo. Nos vimos obligados a retirar a mi hijo de la escuela, suspendiendo sus estudios durante dos meses debido a las amenazas contra su vida.
¿Cómo afecta la violencia en Irak a su sector industrial, a su sindicato y a los trabajadores?
Los terroristas dirigieron ataques contra muchas plantas de producción e instalaciones de transmisión de electricidad por cable, y los ataques con bombas produjeron la muerte de trabajadores y trabajadoras. También hemos sabido de casos de asesinatos y secuestros de trabajadores que laboran en las instalaciones de distribución de electricidad.
Durante diez años, Ud. realizó una exitosa campaña gracias a la cual se logró aprobar una nueva ley del trabajo: ¿cómo beneficiará a los trabajadores de Irak esa legislación?
En agosto de 2015, el parlamento iraquí aprobó una nueva ley del trabajo que cubre a los trabajadores en los sectores privado, mixto y cooperativo, pero excluye a los trabajadores del sector público. Además de prohibir el trabajo infantil, la discriminación y el acoso sexual, la nueva legislación laboral incluye mejoras en salud y seguridad y respecto a vacaciones anuales. Las mujeres trabajadoras también se beneficiarán con mayores facilidades de permiso de maternidad y por embarazo.
La solidaridad de IndustriALL y del movimiento sindical internacional ha sido clave para lograr la aprobación de una legislación laboral moderna, según los convenios de la OIT.
Sin embargo, seguirá la prohibición de formar sindicatos en el sector público mientras no se promulgue la ley sindical. Instamos al gobierno iraquí a firmar y ratificar el Convenio 87 de la OIT, que se encuentra actualmente en trámite en el Parlamento iraquí para su ratificación. Esto a su vez facilitará la aprobación de la legislación sindical.
¿Qué problemas han enfrentado los sindicatos en Irak?
Con la intención de quitarse de encima la presión de los sindicatos, en 2009 funcionarios del gobierno comenzaron a imponer el cumplimiento obligatorio de la Resolución 150 de Saddam Hussein, diciendo que los trabajadores del sector público no tienen derecho a sindicalizarse.
El gobierno incluso emitió una orden formal por escrito dirigida a la policía y a las fuerzas de seguridad, diciendo que cualquier tipo de acción sindical en el sector público se castigaría con la aplicación del artículo 4 de la ley contra el terrorismo.
Así comenzaron a atacar a los sindicatos, clausurando las oficinas sindicales, tanto en el sector del petróleo como de la electricidad en lugares como puertos, ferrocarriles y municipios, etcétera.
Por eso es que necesitamos con urgencia contar con una nueva ley que establezca los derechos y libertad de sindicación en el sector público. Una vez logrado esto, vamos a tener libertad para formar sindicatos democráticos que defiendan los derechos de los trabajadores.
Desde hace mucho tiempo, Ud. realiza campañas en favor de la electricidad para todos: ¿cómo va esa campaña?
Nuestro sindicato ha trabajado duro, presionando para que el público en general tenga seguridad eléctrica, y hemos colaborado con los administradores nacionales en el sector de la energía eléctrica. Hemos realizado una serie de reuniones con funcionarios del Ministerio de Electricidad para tratar de garantizar un suministro continuo de energía de las empresas multinacionales que son responsables de las centrales eléctricas en Irak. ¡Algunas estadísticas indican que, desafortunadamente, la inversión que se hizo en 2003, de unos US$ 40 mil millones, que se habían previsto para el desarrollo del sector de la electricidad de Irak, fue en vano, pues prevalecía la corrupción generalizada!
¿Qué espera para el futuro?
Espero lograr la aprobación de una ley que proteja los derechos y libertad sindicales. También quisiera, antes de jubilarme, desarrollar y fortalecer el GUEWT. Espero que vuelva la seguridad a Irak y que termine la pesadilla del terrorismo y del ISIS, ya que están produciendo verdadero temor para mí y para mi pueblo.
¿Cómo pueden otros sindicatos ofrecer su apoyo y solidaridad a los trabajadores de Irak?
A través de los años he contado con el apoyo y la solidaridad de sindicatos y de organizaciones internacionales. Durante sus visitas a las embajadas iraquíes en muchos países, estas organizaciones enviaron mensajes a los funcionarios iraquíes, y también organizaron protestas con tomas de las oficinas. Apoyaron a los sindicalistas que habían sido trasladados desde sus lugares de trabajo a sitios lejanos, y han demostrado su solidaridad con los sindicalistas que fueron atacados por los tribunales. Aquí debo mencionar el papel fundamental que realizó la delegación de IndustriALL que visitó Irak en 2013, en circunstancias difíciles, para reunirse con el Ministro del Trabajo, el Presidente y los diputados. Esperamos que continúe este apoyo para facilitar la aprobación de una ley que haga cumplir los derechos y libertades sindicales, así como una ley de seguridad social para los trabajadores.
La solidaridad de IndustriALL y del movimiento sindical internacional ha sido clave para lograr la aprobación de una legislación laboral moderna, según los convenios de la OIT.