29 abril, 2025El derecho a rechazar un trabajo inseguro sin temor a represalias está consagrado en el Convenio 155 de la OIT. No obstante, en algunas de las industrias más peligrosas del mundo, como la minería y el desguace de buques, sigue estando lejos de ser una realidad. Este año, el 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, IndustriALL reafirma que la salud y la seguridad no pueden dejarse en manos de las empresas. Los trabajadores y trabajadoras deben poder garantizar su seguridad a través de comités conjuntos de salud y seguridad, así como al ejercer su derecho a negarse a realizar trabajos que consideren inseguros.
El grupo de salud y seguridad de IndustriALL centra su atención en sectores en los que la seguridad suele sacrificarse en favor de los beneficios, como el de las materias primas críticas y el desguace de buques. En estas industrias, los trabajadores y trabajadores arriesgan su vida todos los días, y alzar la voz en materia de seguridad puede hacerles perder su fuente de ingresos.
El desguace de buques suele considerarse el trabajo más peligroso del mundo. Los riesgos son extremos. A la falta de capacitación se suma la exposición a sustancias tóxicas, las caídas de chapas de acero y los accidentes fatales, que se producen con demasiada frecuencia. Tras una larga campaña de IndustriALL y sus afiliados, se ratificó el Convenio de Hong Kong para el reciclaje seguro y ambientalmente racional de los buques, que entrará en vigor en junio de este año.
Se espera que la entrada en vigor del Convenio redunde en mejoras para la seguridad del sector. No obstante, siguen existiendo graves carencias. Si bien India ha propuesto una ley nacional para transponerlo a su propia legislación, esta no incluye ninguna referencia al derecho a rechazar un trabajo inseguro, a pesar de la intención del Convenio de Hong Kong de proteger a los trabajadores.
“Si se implementa correctamente, el Convenio de Hong Kong tiene el poder de transformar el desguace de buques en una industria mucho más segura. Sin embargo, nos preocupa la voluntad política y la capacidad de las autoridades de los países donde se desguazan los buques para hacer frente al poder de los empleadores. Los sindicatos deben ser reconocidos como interlocutores clave. El Convenio tiene un enfoque descendente. Es necesario combinarlo con uno ascendente, impulsado por los trabajadores, para garantizar la seguridad en los centros de trabajo”,
declaró Walton Pantland, director del sector de la construcción naval y el desguace de buques de IndustriALL.
Lo mismo ocurre en la minería, especialmente en la extracción de minerales críticos para la transición verde. La demanda de cobalto, litio, níquel y otros materiales se está disparando, pero también lo están haciendo los informes de accidentes, derrumbes y exposición crónica al polvo y a productos químicos. Una Transición Justa implica el derecho de los trabajadores y trabajadoras a negarse a realizar trabajos inseguros. Sin protecciones sólidas, el costo humano podría ser devastador.
El director de minería y salud y seguridad en el trabajo de IndustriALL, Glen Mpufane, afirmó:
“El derecho a rechazar el trabajo inseguro no es un privilegio, sino un derecho fundamental reconocido por la OIT y respaldado por el derecho internacional. En IndustriALL, seguiremos luchando por un futuro mejor, enfocándonos en las evaluaciones de riesgos y utilizando un enfoque centrado en los derechos humanos para la salud y la seguridad en el trabajo”.
El 28 de abril también se conoce como el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos. Recordamos a los muertos y luchamos por los vivos, y reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por lugares de trabajo más seguros. Este año, esto también significa enfrentar amenazas nuevas y emergentes. IndustriALL apoya el llamado de la CSI a tomar medidas urgentes para proteger la vida y los derechos de los trabajadores en la era de la digitalización y la inteligencia artificial (IA).
A medida que la IA se utiliza cada vez más en los lugares de trabajo, no siempre se emplea para ayudar a los trabajadores, sino para vigilarlos, controlarlos e incluso explotarlos. Aunque la IA esté impulsada por los datos, su impacto es profundamente humano y aumenta el riesgo de agravar los desequilibrios de poder existentes. Proteger los derechos de los trabajadores en la era de la IA significa garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y que la seguridad y la dignidad no se sacrifiquen en nombre de la eficiencia.
- La plena participación de los sindicatos en el diseño y la implementación de la IA en el lugar de trabajo
- Una tecnología transparente y centrada en las personas que respete los derechos y la seguridad
- Un convenio vinculante de la OIT sobre el trabajo en plataformas para proteger a todos los trabajadores de la economía digital
“La inteligencia artificial no es un futuro lejano; ya está dando forma al presente. La pregunta es si los trabajadores y trabajadoras tendrán voz y voto en la forma en que esto determinará su futuro”,
expresó Kan Matsuzaki, secretario general adjunto de IndustriALL Global Union.