16 diciembre, 2021El 16 de diciembre marca el décimo aniversario de la tragedia de Zhanaozen, Kazajistán, donde la policía abrió fuego contra una manifestación, matando a 17 personas e hiriendo a más de un centenar. Esta violencia puso fin a una huelga de siete meses en la que más de 3000 trabajadores exigieron aumentos salariales.
El trágico final del prolongado conflicto laboral se produjo después de que las autoridades permanecieran pasivas, al borde de provocar una escalada intencional, y sucumbieran a la presión del empleador.
Poco ha cambiado en Kazajistán desde entonces. El diálogo social rara vez se utiliza para prevenir conflictos laborales. Este año, aumentaron las huelgas espontáneas en el sector petrolero debido a la creciente tensión social. Los trabajadores exigen mayores salarios y mejores condiciones laborales.
En la última década, el movimiento sindical kazajo se ha visto gravemente oprimido. En 2014 se aprobó una ley regresiva en materia sindical que impide la creación de sindicatos libres e independientes. En 2017, los sindicatos independientes se vieron sometidos a ataques directos. La Confederación de Sindicatos Independientes de Kazajstán (KNPRK) fue liquidada y las actividades de su último afiliado restante, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Combustibles y Energía, se suspendieron en febrero de 2021. Los dirigentes sindicales han sido acosados, intimidados, arrestados y encarcelados.
Estas acciones antisindicales debilitan a los sindicatos kazajos y dejan a muchos trabajadores desprotegidos.
Según los datos oficiales, este año ha habido más de 60 grandes huelgas, la mayoría en el sector energético y petrolero. Todas estas huelgas se consideraron ilegales y sus participantes se encuentran potencialmente sujetos a enjuiciamiento penal.
En junio de este año, las violaciones de los derechos sindicales en Kazajistán se analizaron en la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT durante la Conferencia Internacional del Trabajo. A pesar de la enmienda positiva de la legislación del país en 2020, la Comisión tomó nota de las continuas restricciones en la práctica al derecho de los trabajadores a formar organizaciones de su elección, que socavan el ejercicio de la libertad sindical.
La Comisión solicitó al gobierno de Kazajistán que alinee toda la legislación nacional con el Convenio 87 de la OIT, que garantice una investigación completa de la violencia contra los sindicalistas, que ponga fin al acoso judicial contra los dirigentes y los miembros sindicales que realizan actividades sindicales lícitas y retire todos los cargos injustificados contra ellos, incluida la prohibición de realizar actividades sindicales. A su vez, pidió que se resuelva la cuestión del registro de la Confederación liquidada y de la suspensión de su afiliado, que retire los obstáculos para el registro de sindicatos y se abstenga de interferir en las actividades sindicales.
“Kazajistán debe cumplir con las obligaciones internacionales y respetar las normas laborales y los derechos sindicales fundamentales. Contar con sindicatos libres y fuertes, que puedan manejar los conflictos laborales con un diálogo social genuino, garantizará que la tragedia de Zhanaozen de 2011 no se repita”
,
afirmó Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL.