28 febrero, 2016En el corazón de la República Democrática del Congo (RDC), un país asolado por un pasado tórrido y una guerra civil devastadora, con poca tolerancia para las distintas voces, el crecimiento del sindicato Travailleurs Unis dans les secteurs Miniers, Métallurgie, Energie et Chimie Worker’s Union (TUMEC) es una historia inspiradora del sindicalismo.
Formado tan sólo en 2011, el TUMEC tiene hoy más de 10.000 miembros en siete provincias. Los trabajadores han sido atraídos por la promesa de hacer las cosas de manera diferente. Tradicionalmente, el sindicalismo en la RDC ha estado envuelto en la polémica. Durante mucho tiempo se ha mantenido en el ámbito del Estado y los intereses del sector público y el privado más o menos por igual.
En 1990, al restablecerse un sistema multipartidista, aumentó el número de sindicatos, que llegaron a más de 600. Los sindicatos surgieron como un modelo de negocio en beneficio de sus fundadores, descrito como apoyo mutuo de los empleadores, sin dar prioridad a los derechos, las necesidades y los intereses de los trabajadores. También se utilizó con excesiva frecuencia un sistema manifiesto y aceptado de regalos (o sobornos) a los trabajadores a fin de conseguir votos para la representación sindical.
El TUMEC ha asumido el desafío de reformar, derribar barreras y seguir una nueva vía. Ha trabajado arduamente para desarrollar una nueva manera de hacer las cosas, además de idear su propia perspectiva ideológica sobre relaciones de trabajo, representación, igualdad y liderazgo. Un liderazgo inspirador y un mensaje claro y convincente que resuena en las difíciles condiciones y la falta de representación que han experimentado los trabajadores en la RDC.
Mediante el Proyecto de potenciación sindical de la IndustriALL, financiado por Suecia, y el Proyecto TUMEC, financiado por Países Bajos, el TUMEC ha logrado iniciar reformas progresivas y prestar más atención al servicio de sus miembros, y no a la inversa.
El TUMEC trata de actuar con arreglo a una serie de principios del sindicalismo, lo que contrasta fuertemente con la corrupción potencial inherente en el sistema establecido. El TUMEC está trabajando vigorosamente con miras a un sistema más democrático y abierto en el nombramiento de la dirección y la gestión de los asuntos sindicales.
Lo más notable ha sido la construcción lenta pero completa de sistemas sindicales prácticamente desconocidos. El TUMEC ha insistido más en fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia en la administración de los asuntos sindicales. Ha desarrollado mecanismos claros para combatir la corrupción y mejorar la responsabilidad. Ha concebido medios excepcionales para tratar con los trabajadores y con los miembros, no sólo en el lugar de trabajo sino también en la propia comunidad, muy apreciados por los trabajadores.
Fernando Lopes, secretario general adjunto de la IndustriALL, dice que la labor del TUMEC es totalmente innovadora.
“Hay mucho que aprender del enfoque del TUMEC respecto a la potenciación sindical. Si bien sigue habiendo grandes dificultades, por ejemplo en cuanto a la expansión y la creación de capacidad, es evidente que el gran empeño en acabar con viejas tradiciones y crear en su lugar un sindicato moderno y activo dependiente de sus miembros ha sido un éxito.”