23 febrero, 2023 Del 21 al 24 de febrero, 74 sindicalistas de 26 países africanos se reunieron en Lomé, Togo, con motivo de la 13.ª edición de la Escuela de Año Nuevo de CSI-África. Los sindicatos exigieron que la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) incluya las normas internacionales del trabajo de la OIT para proteger los derechos e intereses de los trabajadores.
El tema fue “La Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) y la migración: problemas y desafíos”. En instancias anteriores, la escuela trató temas como la integración regional, el desarrollo sostenible y la renovación y unidad sindicales.
Los sindicatos exigen normas que incluyan la noción de trabajo decente: la creación de empleos decentes, el respeto de los derechos fundamentales en el trabajo, el diálogo social y la protección social. Su objetivo es que la noción de trabajo decente y las normas internacionales sobre migración de la mano de obra se incorporen como cláusulas en los protocolos cuando el acuerdo esté en la etapa de revisión.
Según el acuerdo, la AfCFTA, que entró en vigencia en 2021, se someterá a revisión después de cinco años. Los investigadores de la escuela recomendaron a los sindicatos vincularse con los responsables políticos a través del diálogo social a nivel nacional.
En 2022, la AfCFTA lanzó la Iniciativa de Comercio Guiado como un piloto sobre cómo desarrollar el comercio en ocho países (Camerún, Egipto, Ghana, Kenia, Mauricio, Ruanda, Tanzania y Túnez) y sobre la manera en que se han comercializado ciertos productos, tales como baterías, caucho, baldosas de cerámica y algunos alimentos.
Además, la Unión Africana ha declarado que 2023 será el “Año de la AfCFTA”, y se centrará en la aplicación del acuerdo en los sectores del turismo, el transporte, las comunicaciones, las finanzas y otros servicios.
Sin embargo, los sindicatos también quieren que este acuerdo ayude a facilitar la transición de las economías informales a las formales, y que contribuya al desarrollo económico, la integración regional y la industrialización del continente. Asimismo, buscan que el acuerdo fomente el empleo de jóvenes y mujeres para revertir su marginación y exclusión de las actividades económicas.
Para que el Protocolo de Libre Circulación de la Unión Africana comience a aplicarse, se necesita la ratificación de 15 países. Hasta ahora solo Malí, Ruanda, Níger y Santo Tomé y Príncipe lo han ratificado. Los sindicatos indican que esta situación atentará contra la movilidad de la mano de obra. La cifra palidece en comparación con los 48 de los 54 países africanos, con la única excepción de Eritrea, que han ratificado la AfCFTA. Los sindicatos se preguntan cómo puede haber comercio sin circulación de mano de obra.
Kwasi Adu-Amankwah, secretario general de la CSI-África, reiteró que:
“Los Estados deben comprometerse a cambiar los protocolos para proteger los derechos de los trabajadores, y el movimiento sindical debe exigir disposiciones exhaustivas sobre el trabajo que deben integrarse a los protocolos. Esto debe lograrse mediante negociaciones y diálogo social”.
Rose Omamo, vicepresidenta de IndustriALL, participó en la escuela y explicó:
“Al debatir sobre la AfCFTA y la movilidad de la mano de obra, debemos tener siempre en cuenta la difícil situación de las trabajadoras migrantes empleadas en condiciones precarias. Estas mujeres se enfrentan a la violencia de género y al acoso a causa de relaciones de poder desiguales. Además, son vulnerables, ya que buscan formas de salir de la pobreza mediante el empleo en países vecinos o en el extranjero. Necesitamos reformas legislativas, políticas de migración laboral y procesos de contratación justos que protejan a las trabajadoras migrantes”.