22 marzo, 2018El Sindicato Nacional de Trabajadores Comerciales e Industriales y el Sindicato de Trabajadores Mineros de Zambia, organizaciones afiliadas a IndustriALL, luchan contra Dangote, multinacional africana del sector del cemento. Las políticas en disputa de esa empresa son: violación de los derechos de sindicación de los trabajadores/as, y de libre asociación, y la falta de reconocimiento de los derechos de negociación colectiva.
Debido a la interferencia de la empresa, que impide la realización de actividades sindicales, despidiendo a aquellos trabajadores/as que se afilian a los sindicatos, no hay trabajadores/as sindicalizados en la planta de Masaiti, a 9 kilómetros de Ndola, en Zambia. La planta emplea a más de 1.000 trabajadores y trabajadoras.
Dangote, que ha subcontratado la mayor parte de su trabajo más importante, firmó un contrato con Silondwa Engineering que revela su antisindicalismo: "El contratista ha de asegurarse de que sus empleados no estén involucrados en actividades sindicales ni huelgas que conlleven a la interrupción del trabajo". Además, los trabajadores/as pueden recibir una amonestación final por "incitación a la huelga".
El personal trasladado a Silondwa Engineering trabaja en condiciones precarias, y lleva cuatro años sin un aumento salarial. Califican a Dangote como uno de los peores empleadores: "No hay seguridad laboral. Te pueden despedir en cualquier momento. Recientemente, un trabajador enfermo que fuera despedido de la empresa por razones médicas, sólo recibió K3000 (US$ 312) por tres años de servicio".
Otra empleada, víctima de acoso sexual por parte de uno de los administradores, no ha sido promovida desde 2014. Está mal pagada, ganando solamente K1100 (US$ 114) como trabajadora general aunque cuenta con las calificaciones necesarias para realizar otro trabajo. Los sueldos de los técnicos son muy bajos: les pagan un salario básico de K2100 (US$ 218) y los trabajadores/as expatriados ganan más que los zambianos.
Si bien los contratistas son responsables de las prestaciones sociales y de la seguridad de las condiciones de trabajo, no cumplen siempre con estos requerimientos, ya que la indumentaria de protección personal, transporte, alojamiento, asistencia médica y las provisiones de vivienda son inadecuados.
La salud y seguridad de los trabajadores/as se ve comprometida ya que no hay ni clínicas ni ambulancias en Masaiti. El camino de tierra que va a la planta está lleno de baches, por lo tanto aunque hubiera una ambulancia, sería de poca utilidad en caso de emergencia. No se ofrecen exámenes para detectar silicosis como es la norma.
Además, Dangote no tiene responsabilidad por "lesiones, enfermedad o muerte de ninguna persona empleada o contratada en nombre de la compañía".
Joyce Nonde-Simukoko, la Ministra de Trabajo y Seguridad Social, ha intentado en vano obligar a Dangote a reconocer los derechos de los trabajadores/as, sin embargo los sindicatos no renuncian a la lucha.
Ante esta grave situación, Paule France Ndessomin, Secretario Regional para África Subsahariana, señaló:
Quedamos espantados al saber que Dangote está violando los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Instamos a la compañía a poner fin a estos abusos.