17 marzo, 2016En la industria minera de Pakistán hay una gran crisis de seguridad, pues en el país se siguen produciendo pérdidas evitables de vidas de trabajadores.
Diez trabajadores resultaron muertos en un accidente minero el 12 de marzo de 2016 en la mina de carbón Al-Hussaini en la zona Doli de la región de Orakzai, provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
Según las informaciones, el gas metano acumulado causó una explosión en el interior de la mina, y debido a las intensas lluvias aumentaron las dificultades para rescatar a 27 trabajadores que habían quedado atrapados.
Aunque no se dispone de datos completos sobre las víctimas mortales, un análisis de noticias muestra que desde 2010.al menos 228 mineros han muerto en 38 incidentes. Si bien puede tratarse de una estimación baja, refleja la magnitud del problema. La constante pérdida de vidas muestra que las minas pakistaníes siguen funcionando con deficientes normas de seguridad y mala ventilación.
Tanto si la propiedad de las minas es pública como privada, las normas de seguridad en el trabajo de los mineros son peligrosas, y las condiciones de trabajo, malas. La mayoría de los trabajadores están empleados por medio de contratistas, perciben sueldos bajos y no disponen de contratos escritos. A muchos se les paga por anticipado, y su deuda se les deduce del sueldo, manteniéndoles en condiciones de servidumbre por deudas.
En muchos casos, la dirección de la mina no puede afrontar debidamente los accidentes. Las operaciones profesionales de rescate con frecuencia se inician tarde. Como no existe asistencia médica profesional cerca de las minas, las víctimas son transportadas a menudo a hospitales alejados, con lo que se pierde un tiempo precioso para salvar la vida.
Ni los trabajadores heridos ni las familias de los fallecidos reciben atención médica apropiada ni indemnizaciones. A pesar de que las explosiones de gas metano son la principal causa de los accidentes mineros, el Gobierno no ha tomado las medidas correctivas necesarias.
El principal motivo del incumplimiento de las leyes de seguridad en las operaciones mineras son las deficientes inspecciones de trabajo. El número total de inspectores de trabajo en Pakistán aumentó de 293 a sólo 337 de 2001 a 2012, únicamente un inspector de trabajo por cada 250.000 trabajadores en el sector formal no agrícola de la economía.
En una carta al Consejo de Pakistán de la IndustriALL, Jyrki Raina, secretario general de la IndustriALL, dijo:
Reiteramos nuestra petición al Gobierno de Pakistán de que ratifique urgentemente el Convenio núm. 176 de la OIT sobre seguridad y salud en las minas y que, con carácter de extrema urgencia, aplique el Repertorio de recomendaciones prácticas sobre seguridad y salud en las minas de carbón subterráneas.