6 enero, 2015Un año después de que cinco personas fueran abatidas a tiros por la policía y otras 40 resultaran gravemente heridas durante las protestas salariales en Phnom Penh el 3 de enero de 2014, los sindicalistas de Camboya siguen siendo víctimas de la violencia.
El mes pasado, una presidenta local elegida del sindicato de la confección FTUWKC, afiliado a la IndustriALL Global Union, fue brutalmente atacada con una barra de metal por dos hombres no identificados, tras haber sido amenazada por la dirección para que dejara de organizar a sus compañeros la fábrica donde trabaja.
Sin embargo, la violencia y la intimidación no han disuadido a los sindicatos y a los trabajadores de la confección de salir a las calles una y otra vez en 2014 para exigir salarios más altos y mejores condiciones de trabajo.
Gracias a su valentía, a la solidaridad internacional y a las negociaciones de alto nivel entre la IndustriALL, el Gobierno, los propietarios de las fábricas y los líderes sindicales locales, el salario mínimo en la industria de la confección aumentó de 100 $ EE.UU. a 128 $ EE.UU. en noviembre de 2014.
A pesar de este significativo aumento, la cifra sigue por debajo del objetivo de los sindicatos de 177 $ EE.UU. mensuales y muy por debajo del salario mínimo vital, estimado en más de 200 $ EE.UU.
Antes de que el Gobierno aumentara el salario mínimo, la IndustriALL consiguió el compromiso de ocho marcas mundiales, entre ellas H&M y el minorista de moda más importante del mundo, Inditex, de pagar más a los propietarios de las fábricas por la ropa de Camboya.
Ahora corresponde a cada una de las marcas mundiales que se abastecen en el país tener en cuenta los mayores costes salariales en sus estructuras de determinación de precios. Esto podría suponer tan sólo unos céntimos en el precio de una camiseta.
La Organización Internacional del Trabajo se ha unido también a la IndustriALL para instar a todas las marcas a pagar más a los propietarios de las fábricas a fin de tener en cuenta el aumento del salario mínimo.
La IndustriALL está trabajando actualmente con las marcas mundiales de moda para establecer un mecanismo de toda la industria con objeto de lograr salarios dignos en la industria de la confección en Asia, lo que también ayudaría a que las marcas dejaran de recurrir a países donde hallar mano de obra más barata en otras partes de la región.