27 enero, 2016En todo el continente americano, Europa y Asia, Avon es una empresa muy conocida por sus cosméticos y productos para el hogar que utilizan millones de mujeres, que son segmento de las ventas directas de esta compañía.
En Filipinas, la planta de producción de Avon está situada en la zona franca de Calamba en las afueras de Manila. La fuerza de trabajo de la planta está constituida principalmente por mujeres y sólo alrededor de 120 de ellas cuentan con un contrato directo con la empresa, mientras que otras 350 laboran a través de agencias de trabajo. Aquellas que trabajan a través de agencias reciben un salario mínimo mensual de PhP 7.000 (US$ 146). Muchos de estos trabajadores y trabajadoras subcontratados llevan muchos años realizando labores que forman parte de la actividad principal de la empresa. Trabajan en cadenas de producción, junto con colegas que cuentan con contratos indefinidos y directos.
Esta mencionada práctica es ilegal, ya que, de acuerdo a la legislación nacional, se debe otorgar un contrato de trabajo regular a cualquier trabajador/a que realice, durante más de un año, el mismo trabajo para una determinada compañía. Avon contrata agencias de trabajo para actuar como empleadores falsos, de manera que estos trabajadores/as quedan sin seguridad en el empleo y sin prestaciones sociales, que son imprescindibles para sus familias.
Estas trabajadoras, que en su mayor parte tienen entre 20 y 25 años, fueron a trabajar para Avon atraídas por la idea de que, siendo “la compañía para la mujer”, les ofrecería un mejor futuro. Sin embargo, después de trabajar por muchos años sin seguridad laboral ni los beneficios que se merecen, se han dado cuenta de que esas promesas nunca se van a cumplir.
Unos días antes de Navidad, cuando todo el país se preparaba para celebrar vacaciones y el festival más grande del año, la administración de Avon mandó a despedir a 16 representantes de los trabajadores que habían cuestionado sus prácticas de empleo. Los dirigentes sindicales alegaban que Avon había violado las normas y reglamentos sobre el uso de empleo precario y contratos a corto plazo para trabajos realizados en las cadenas de producción de la empresa.
La administración local de Avon acusó a los representantes de los trabajadores/as de haber declarado una “huelga ilegal” en septiembre de 2015. En aquella ocasión, realizaban negociaciones colectivas sobre un acuerdo respecto a las condiciones de trabajo que entrarían en vigencia a partir de febrero de 2014 hasta enero de 2017. La última ronda de negociaciones tuvo lugar en septiembre y el 16 de septiembre de 2015, el convenio colectivo fue firmado por el sindicato y la administración de la empresa.
Tras la firma del nuevo convenio colectivo, los trabajadores/as se sorprendieron al saber que Colin Whittington, Gerente General de Avon para Filipinas, los había acusado de realizar una huelga ilegal y que había presentado una demanda para despedirlos.
Cada uno de los representantes despedidos cuenta con un promedio de 20 años de servicio en la empresa. Además de muchos familiares cuyas vidas dependen de ellos, los 32 niños que actualmente están en la escuela pronto se verán obligados a abandonar sus estudios a menos que sus padres y madres sean reintegrados en sus puestos de trabajo.
Avon es una empresa multinacional estadounidense con sede en Nueva York y plantas de producción en 39 países de cinco continentes del mundo.
La semana pasada, se reunió en Tokio el Comité Ejecutivo de IndustriALL Global Union, donde aprobó una resolución de apoyo a los trabajadores y trabajadoras y sindicalistas despedidos, pertenecientes al Sindicato de Empleados de Avon en Filipinas, en su lucha por reincorporación al trabajo y en contra el trabajo precario en la planta de Avon Products Manufacturing en Filipinas.
Chit Dodd, Presidenta de la Confederación de Sindicatos y Servicios Sociales Afines (CLASS), miembro del Comité Ejecutivo de IndustriALL Global Union, señaló al respecto:
“Contrariamente al lema de la compañía que dice ‘El empoderamiento es el destino, la belleza es el viaje’, las mujeres que fabrican los productos de Avon en Filipinas distan mucho de tener empoderamiento, debido al empleo precario que Avon les ha ofrecido”.
Por su parte, Sannie Santos, Presidenta del sindicato en Avon, comentó:
“Aunque los estatutos de Gobierno Corporativo de Avon afirman que la empresa se ha comprometido a “cumplir con la letra y el espíritu de todas las leyes y reglamentos aplicables”, en la práctica, Avon en Filipinas contradice la legislación laboral del país que prohíbe la subcontratación solamente de mano de obra”.
En septiembre de 2015, en una carta que dirigió a la empresa, Jyrki Raina, Secretario General de IndustriALL Global Union, instó encarecidamente a Avon Products Manufacturing que “ponga fin a los ataques contra los dirigentes sindicales, y abandone las demandas frívolas contra los trabajadores, y que tome acciones correctivas inmediatas para restablecer condiciones de trabajo decentes en la planta de fabricación en el Calamba Premiere Industrial Park, Barangay Batino, Calamba City, Laguna, Filipinas”. Hasta la fecha, la compañía no ha respondido.