20 mayo, 2008La FITIM se une al Numsa y a otros sindicatos en el llamamiento a poner término a la violencia xenófoba en Suráfrica.
SURÁFRICA: El National Union of Metalworkers of South Africa (Numsa) pidió a sus estructuras locales y regionales que convocaran reuniones especiales ayer (19 de mayo), después de que los ataques xenófobos a inmigrantes africanos en Johannesburgo dejaran un saldo de diez muertos en un tiroteo infernal, además de cientos de heridos y miles de extranjeros reducidos a la indigencia.
La violencia desatada contra los inmigrantes empezó en Alexandre la semana pasada y se propagó rápidamente a muchos barrios más de la ciudad de Johannesburgo. Algunos inmigrantes fueron quemados y otros, muertos a golpes. El Numsa teme que también sean amenazados los lugares de trabajo, ya que los ataques podrían convertirse en una crisis humanitaria y una destrucción violenta de los recursos del país.
En un país donde el 40% de los ciudadanos están desempleados, se piensa que muchos culpan a los extranjeros de conducta criminal y de quitarles el trabajo. Suráfrica tiene la tasa de delincuencia más elevada del mundo, con más de 50 asesinatos diarios.
El Presidente Thabo Mbeki anunció que se había constituido una comisión encargada de estudiar los ataques xenófobos: una medida que el Numsa acoge con satisfacción.
"El gobierno, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas deben empezar ya a actuar conjuntamente si se quiere cortar de raíz esos ataques sin sentido y esa devastación extrema de la propiedad", declaró el sindicato. El Numsa rechaza la idea de que esos ataques hayan sido obra de algunos criminales aislados, alegando, en cambio, que es necesario considerar como algunas de las causas fundamentales la realidad socioeconómica y los intereses de negocios moralmente decadentes.
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas también instó a que se pusiera término a la violencia xenófoba. "Un desempleo tan masivo constituye un problema estructural de un sistema capitalista que no se preocupa mayormente de los pobres, provengan de donde provengan y vivan donde vivan. El hecho de que el gobierno surafricano no suministre servicios a las comunidades pobres donde vive la mayoría de los inmigrantes, ha creado una competencia entre los pobres tanto inmigrantes africanos como surafricanos. Culpar a los extranjeros y lanzar ataques violentos contra los que viven en Suráfrica, no beneficiará a nadie, salvo a la clase capitalista", dijo Marcello Malentacchi, Secretario General de la FITIM.
Esa gran explosión de violencia ha estremedico al país, y el Numsa desplegará una campaña para instruir a los metalúrgicos contra los peligros que implica criminalizar a los extranjeros ilegales y presentar a otros inmigrantes africanos como gente indeseable.
La violencia desatada contra los inmigrantes empezó en Alexandre la semana pasada y se propagó rápidamente a muchos barrios más de la ciudad de Johannesburgo. Algunos inmigrantes fueron quemados y otros, muertos a golpes. El Numsa teme que también sean amenazados los lugares de trabajo, ya que los ataques podrían convertirse en una crisis humanitaria y una destrucción violenta de los recursos del país.
En un país donde el 40% de los ciudadanos están desempleados, se piensa que muchos culpan a los extranjeros de conducta criminal y de quitarles el trabajo. Suráfrica tiene la tasa de delincuencia más elevada del mundo, con más de 50 asesinatos diarios.
El Presidente Thabo Mbeki anunció que se había constituido una comisión encargada de estudiar los ataques xenófobos: una medida que el Numsa acoge con satisfacción.
"El gobierno, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas deben empezar ya a actuar conjuntamente si se quiere cortar de raíz esos ataques sin sentido y esa devastación extrema de la propiedad", declaró el sindicato. El Numsa rechaza la idea de que esos ataques hayan sido obra de algunos criminales aislados, alegando, en cambio, que es necesario considerar como algunas de las causas fundamentales la realidad socioeconómica y los intereses de negocios moralmente decadentes.
La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas también instó a que se pusiera término a la violencia xenófoba. "Un desempleo tan masivo constituye un problema estructural de un sistema capitalista que no se preocupa mayormente de los pobres, provengan de donde provengan y vivan donde vivan. El hecho de que el gobierno surafricano no suministre servicios a las comunidades pobres donde vive la mayoría de los inmigrantes, ha creado una competencia entre los pobres tanto inmigrantes africanos como surafricanos. Culpar a los extranjeros y lanzar ataques violentos contra los que viven en Suráfrica, no beneficiará a nadie, salvo a la clase capitalista", dijo Marcello Malentacchi, Secretario General de la FITIM.
Esa gran explosión de violencia ha estremedico al país, y el Numsa desplegará una campaña para instruir a los metalúrgicos contra los peligros que implica criminalizar a los extranjeros ilegales y presentar a otros inmigrantes africanos como gente indeseable.