6 mayo, 2010La revision de las leyes de seguridad social fue la reivindicación central del movimiento obrero de Indonesia en una multitudinaria marcha y manifestación el Día del Trabajo de 2010.
INDONESIA: Decenas de miles de trabajadores concurrieron en el centro de Yakarta desde las primeras horas del 1 de mayo de 2010, exigiendo cambios en la legislación y el sistema de seguridad social. Los trabajadores se desplazaron de lugares tan lejanos como Bandung, Tanggarang y Bekasi para participar en esta histórica concentración de asalariados. El número de manifestantes no tiene precedente en la historia del movimiento obrero de Indonesia: según algunas fuentes, fueron más de 80.000.
La víspera de la manifestación se convocó una reunion para discutir la debilidad de la actual legislación y sistema de seguridad social. Said Iqbal, Presidente del FSPMI, un afiliado de la FITIM, en calidad de president del comité de revision de la seguridad social (Jamsostek) que fue establecido por el movimiento sindical indonesio, puso de relieve la debilidad de las actuales leyes de seguridad social y las correspondientes regulaciones y sistema. Señaló que los trabajadores no se están beneficiando de esas leyes. Que los fondos deducidos a los trabajadores son mal administrados por el gobierno y los trabajadores son tratados injustamente. Lamentó que la corrupción del sistema impida todo intento de proteger a los trabajadores, y agregó que el movimiento sindical indonesio debe unirse y rechazar esos abusos si se quiere que reciban protección los trabajadores.
La marcha fue dirigida por el FSPMI. Miles de miembros del sindicato FSPMI, protegidos de cerca por su propio aparato de seguridad, llamado Metalguard, que lleva camisas de color azul y rojo, dirigieron la marcha desde la zona de Thamrin, de Yakarta, hacia el palacio presidencial, donde tuvo lugar una manifestación que duró hasta avanzada la noche. Los manifestantes hablaron y cantaron en voz alta, pero se mantuvieron pacíficos. Llevaban banderas, estandartes, efigies, y distribuyeron hojas volantes. Entonaron canciones de solidaridad, escandieron consignas y tocaron tambores durante la marcha. Se informó que la policía había estacionado a unos 15.000 guardias para vigilar la manifestación.
Desde un camion tomaron la palabra varios oradores para dirigirse a la multitud congregada ante el palacio presidencial, que estaba muy bien protegido por cientos de policías, alambre de púas y perros policía. Las reivindicaciones delos manifestantes resonaron en esa vasta área. A pesar de estar expuestos a un sol ardiente, los trabajadores permanecieron reunidos para escuchar a sus dirigentes.
Iqbal dijo que la lucha por leyes y un sistema adecuados de seguridad social apenas ha comenzado. Los sindicatos indonesios --agregó- se han reunido como muestra de solidaridad por una causa común. Expresó la esperanza de que ese espíritu de cooperación, unidad y solidaridad haga avanzar la lucha por un trato justo y equitativo a los trabajadores.
La víspera de la manifestación se convocó una reunion para discutir la debilidad de la actual legislación y sistema de seguridad social. Said Iqbal, Presidente del FSPMI, un afiliado de la FITIM, en calidad de president del comité de revision de la seguridad social (Jamsostek) que fue establecido por el movimiento sindical indonesio, puso de relieve la debilidad de las actuales leyes de seguridad social y las correspondientes regulaciones y sistema. Señaló que los trabajadores no se están beneficiando de esas leyes. Que los fondos deducidos a los trabajadores son mal administrados por el gobierno y los trabajadores son tratados injustamente. Lamentó que la corrupción del sistema impida todo intento de proteger a los trabajadores, y agregó que el movimiento sindical indonesio debe unirse y rechazar esos abusos si se quiere que reciban protección los trabajadores.
La marcha fue dirigida por el FSPMI. Miles de miembros del sindicato FSPMI, protegidos de cerca por su propio aparato de seguridad, llamado Metalguard, que lleva camisas de color azul y rojo, dirigieron la marcha desde la zona de Thamrin, de Yakarta, hacia el palacio presidencial, donde tuvo lugar una manifestación que duró hasta avanzada la noche. Los manifestantes hablaron y cantaron en voz alta, pero se mantuvieron pacíficos. Llevaban banderas, estandartes, efigies, y distribuyeron hojas volantes. Entonaron canciones de solidaridad, escandieron consignas y tocaron tambores durante la marcha. Se informó que la policía había estacionado a unos 15.000 guardias para vigilar la manifestación.
Desde un camion tomaron la palabra varios oradores para dirigirse a la multitud congregada ante el palacio presidencial, que estaba muy bien protegido por cientos de policías, alambre de púas y perros policía. Las reivindicaciones delos manifestantes resonaron en esa vasta área. A pesar de estar expuestos a un sol ardiente, los trabajadores permanecieron reunidos para escuchar a sus dirigentes.
Iqbal dijo que la lucha por leyes y un sistema adecuados de seguridad social apenas ha comenzado. Los sindicatos indonesios --agregó- se han reunido como muestra de solidaridad por una causa común. Expresó la esperanza de que ese espíritu de cooperación, unidad y solidaridad haga avanzar la lucha por un trato justo y equitativo a los trabajadores.