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Sindicatos italianos se movilizan contra el plan de austeridad

1 septiembre, 2011Los sindicatos metalúrgicos italianos FIOM, FIM y UILM se movilizan contra los planes del Gobierno de recortes y reducciones, que afectan en forma desproporcionada a los trabajadores y los pensionistas, protegiendo al mismo tiempo a los ricos, los políticos excesivamente pagados y los funcionarios estatales de alto rango. Del 1 al 6 de septiembre están previstas sentadas, manifestaciones y una huelga general de 8 horas.

ITALIA: El FIM y el UILM, y sus centros nacionales CISL y UIL, demandan la retirada inmediata de las medidas de austeridad que conciernen a las pensiones, y se manifestarán ante el Senado el 1 de septiembre contra "medidas inadecuadas que afectan a las víctimas de siempre, en lugar de a quienes han creado la deuda nacional". Instan al Gobierno a retirar las medidas sobre las pensiones, y a centrarse en la lucha contra la evasión fiscal, en las grandes fortunas y en los costos del sistema político, para poner remedio a la falta de recursos.
 
El FIOM prepara una serie de iniciativas los días 5 y 6 de septiembre contra los planes del Gobierno, el ataque a los trabajadores y a sus derechos. El centro nacional CGIL convoca una huelga general nacional de 8 horas el 6 de septiembre en todos los sectores, para exigir cambios en el plan de austeridad del Gobierno de 12 de agosto. En todos los condados italianos se organizarán manifestaciones y concentraciones.
 
El plan de austeridad del Gobierno se considera desigual e ineficaz para contrarrestar la crisis social, económica y financiera que afecta a Italia.
 
"Las medidas del Gobierno sólo imponen cargas a los trabajadores y los pensionistas, recortando sueldos en el sector púbico, empleos y servicios, reduciendo fondos públicos a las municipalidades y las autoridades locales e imponiendo tasas de solidaridad sobre los ingresos y las rentas, preservando la propiedad privada y la riqueza.
 
El Gobierno también se injiere en las relaciones de trabajo y divide a los agentes sociales, dice el CGIL, distorsionando el contenido del acuerdo sobre la representatividad recién alcanzado entre los principales agentes sociales. Sin ninguna justificación económica ni financiera, introduce reglas para reducir la protección de las personas contra despidos indiscriminados.
 
En el conjunto de medidas del Gobierno no hay ninguna disposición para apoyar el crecimiento y el empleo, en particular de los jóvenes, dice el CGIL.
 
En lugar del plan de austeridad del Gobierno, el CGIL propone varias medidas destinadas a impulsar el crecimiento y los ingresos, como las siguientes:
  • un plan estructural para combatir la evasión fiscal, que asciende a 130.000 millones de euros al año
  • un impuesto extraordinario sobre las grandes empresas inmobiliarias, que generaría 12.000 millones de euros
  • un impuesto extraordinario sobre la riqueza superior a 800.000 euros, que generaría unos ingresos de 15.000 millones de euros
  • una reducción del costo del sistema político, de los políticos y de los administradores públicos, un tope salarial de los funcionarios estatales de alto rango y reducciones en las compañías locales públicas que no producen servicios - que generarían unas economías de gasto de hasta 8.500 millones de euros
  • un «Fondo de crecimiento e innovación" para invertir en la inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo
  • apoyo a los ingresos, reduciendo impuestos a trabajadores y pensionistas.