1 febrero, 2008... Es la conclusión a que llegaron los sindicalistas en una reunión de coordinación de sindicatos de la Federación Europea de Metalúrgicos, tras el anunciado cierre de la planta de Nokia en Bochum (Alemania).
ALEMANIA: Que Nokia ya no es una compañía responsable socialmente fue una de las conclusiones a que se llegó en una reunión de coordinación de sindicatos de la Federación Europea de Metalúrgicos (FEM) celebrada el 30 de enero en Bruselas, a la que asistieron representantes de sindicatos de ocho países en los que Nokia está presente, entre ellos Hungría y Rumania.
La reunión tuvo lugar después de que la dirección del grupo Nokia en Finlandia anunciara sus planes de cerrar su establecimiento en Bochum (Alemania). La planta de Bochum, que produce teléfonos celulares, se construyó con ayuda financiera del gobierno del Norte del Rin Westfalia.
Para los representantes de los trabajadores y su sindicato, IG Metall, el anuncio de la intención de cerrar la planta fue totalmente inesperado, puesto que la factoría no tiene pérdidas; sino todo lo contrario. El mismo día en que se celebrada la reunión sindical en Bruselas, la prensa alemana informaba de que, según un informe interno de la compañía, la planta tuvo unos beneficios de 151 millones de euros en 2007, lo que supone 90.000 euros aproximadamente por trabajador.
Con el fin de mantener la competitividad de la planta, los representantes de los trabajadores han colaborado estrechamente con la dirección local. "La productividad, las condiciones de entrega, la calidad y la rentabilidad global de la planta han mejorado. Los trabajadores han dado prueba de flexibilidad respecto al tiempo de trabajo. La decisión de Nokia no puede basarse en razones financieras", declararon los sindicatos en un comunicado de prensa de la FEM.
IG Metall dejó claro que si Nokia logra cerrar esta planta competitiva y rentable será el inicio de una nueva era en la que ninguna planta podrá tener seguridad sobre su futuro. En lugar de eso, los trabajadores afrontarán el riesgo de que la producción se traslade a otra planta en la que las compañías puedan aumentar sus beneficios.
La FEM y el Comité de Empresa Europeo de Nokia, denominado Euro-Forum, decidieron iniciar una investigación jurídica para comprobar si, con el anuncio de su plan, Nokia ha violado la Directiva de la Unión Europea sobre los Comités de Empresa Europeos, según la cual ha de haber informacion y consulta. Se ha contratado a dos expertos jurídicos con tal fin.
También se aprobó una declaración conjunta, en la que se dice:
• Los sindicatos objetan firmemente la anunciada decisión de cerrar la planta de Bochum,
• Los sindicatos tampoco están de acuerdo con la forma que ha revestido el procedimiento, y
• La FEM pide a la dirección que entable conversaciones constructivas con los sindicatos y los representantes de los trabajadores.
El Euro-Forum solicitará una reunión con la dirección antes de finales de mes. Se ha convocado una reunión para el 28 de febrero de la junta de supervisión de la compañía alemana Nokia, en la que la junta, en la que predominan los representantes de Nokia, probablemente tome una decisión sobre el cierre de la planta de Bochum.
Los sindicatos participantes han acordado discutir nuevas acciones si Nokia no responde a las demandas y trata de llevar a la práctica su intención en la reunión de la junta de supervisión.
La reunión tuvo lugar después de que la dirección del grupo Nokia en Finlandia anunciara sus planes de cerrar su establecimiento en Bochum (Alemania). La planta de Bochum, que produce teléfonos celulares, se construyó con ayuda financiera del gobierno del Norte del Rin Westfalia.
Para los representantes de los trabajadores y su sindicato, IG Metall, el anuncio de la intención de cerrar la planta fue totalmente inesperado, puesto que la factoría no tiene pérdidas; sino todo lo contrario. El mismo día en que se celebrada la reunión sindical en Bruselas, la prensa alemana informaba de que, según un informe interno de la compañía, la planta tuvo unos beneficios de 151 millones de euros en 2007, lo que supone 90.000 euros aproximadamente por trabajador.
Con el fin de mantener la competitividad de la planta, los representantes de los trabajadores han colaborado estrechamente con la dirección local. "La productividad, las condiciones de entrega, la calidad y la rentabilidad global de la planta han mejorado. Los trabajadores han dado prueba de flexibilidad respecto al tiempo de trabajo. La decisión de Nokia no puede basarse en razones financieras", declararon los sindicatos en un comunicado de prensa de la FEM.
IG Metall dejó claro que si Nokia logra cerrar esta planta competitiva y rentable será el inicio de una nueva era en la que ninguna planta podrá tener seguridad sobre su futuro. En lugar de eso, los trabajadores afrontarán el riesgo de que la producción se traslade a otra planta en la que las compañías puedan aumentar sus beneficios.
La FEM y el Comité de Empresa Europeo de Nokia, denominado Euro-Forum, decidieron iniciar una investigación jurídica para comprobar si, con el anuncio de su plan, Nokia ha violado la Directiva de la Unión Europea sobre los Comités de Empresa Europeos, según la cual ha de haber informacion y consulta. Se ha contratado a dos expertos jurídicos con tal fin.
También se aprobó una declaración conjunta, en la que se dice:
• Los sindicatos objetan firmemente la anunciada decisión de cerrar la planta de Bochum,
• Los sindicatos tampoco están de acuerdo con la forma que ha revestido el procedimiento, y
• La FEM pide a la dirección que entable conversaciones constructivas con los sindicatos y los representantes de los trabajadores.
El Euro-Forum solicitará una reunión con la dirección antes de finales de mes. Se ha convocado una reunión para el 28 de febrero de la junta de supervisión de la compañía alemana Nokia, en la que la junta, en la que predominan los representantes de Nokia, probablemente tome una decisión sobre el cierre de la planta de Bochum.
Los sindicatos participantes han acordado discutir nuevas acciones si Nokia no responde a las demandas y trata de llevar a la práctica su intención en la reunión de la junta de supervisión.