20 septiembre, 2011Varias Federaciones Sindicales Internacionales celebraron su segunda reunión anual en Estambul los días 8 y 9 de septiembre en presencia de representantes sindicales de Turquía y de todo el mundo, y pidieron al Gobierno turco que modifique su legislación para garantizar los derechos básicos de los trabajadores.
TURQUIA: Participantes de varias Federaciones Sindicales Internacionales y sus afiliados turcos, así como de la CSI y el CSM, se reunieron en Estambul los días 8 y 9 de septiembre, en un esfuerzo por desarrollar campañas conjuntas para mejorar los derechos laborales en Turquía. También asistieron a la reunión ONG internacionales, como Labourstart y Amnistía Internacional, que apoyan firmemente los derechos laborales en Turquía.
"Para ser un país democrático moderno y dinámico, Turquía tiene que empezar por resolver el claro déficit de derechos que existe actualmente. Una parte esencial de ese déficit es la falta de respeto de los derechos de los trabajadores turcos", reza una declaración de las FSI publicada después de la reunión.
El uso de varias clases de empleo precario crece en Turquía, y los sindicatos mundiales apoyan la oposición común de sus afiliados a la expansión de la función de las agencias de empleo temporal en Turquía.
En particular, los sindicatos instaron al Gobierno y a los empleadores privados a cesar las constantes amenazadas contra trabajadores y líderes sindicales que tratan de utilizar y defender sus derechos, con inclusión del uso de la violencia física por la policía y las fuerzas de seguridad. También pidieron el fin del despido sistemático de trabajadores que optan por ejercer su derecho humano universal a unirse a un sindicato.
Por su parte, los sindicatos asistentes prometieron realizar campañas de solidaridad y movilización, incluidos días de acción, para presionar e influir en el comportamiento del Gobierno y de los empleadores.
Los sindicatos mundiales cooperarán con sus afiliados turcos y entre ellos para mejorar la calidad y aumentar el efecto de la acción de solidaridad práctica y concreta, comprendidas las quejas ante la OIT y la OCDE y otros procedimientos, para reforzar a los trabajadores y sus sindicatos democráticos legítimos.