15 febrero, 2012En un juicio celebrado en Turín, los propietarios de Eternit, Stephan Schmidheiny y el Barón Louis de Cartier de Marchienne, han sido declarados culpables de miles de muertes y condenados a 16 años de prisión. El caso no tiene precedentes y puede ser ejemplar para otros productores y distribuidores de asbesto mortal en el mundo entero.
ITALIA: El 13 de febrero, el tribunal italiano de Turín puso punto final al caso del Grupo Eternit. Los propietarios y directores del Grupo, el multimillonario suizo Stephan Schmidheiny, de 65 años, y el Barón belga Louis de Cartier de Marchienne, de 91 años, han sido declarados culpables de un desastre ecológico que ha entrañado la muerte de miles de trabajadores y miembros de la comunidad de Casale Monferrato, en la provincia de Piamonte (Italia), donde se encontraba una gran empresa del Grupo. Se han impuesto a los procesados multas multimillonarias.
El tribunal aceptó las acusaciones del fiscal contra los magnates del asbesto por desastre ambiental premeditado y deliberado, al contaminar y dispersar las mortíferas fibras de asbesto y no aplicar deliberada e intencionalmente precauciones en el lugar de trabajo. En un informe anterior de la FITIM figuran más detalles.
Los fiscales Raffaele Guariniello, Gianfranco Colace y Sara Panelli, en las 62 audiencias celebradas desde 2009, mostraron cómo los acusados, a pesar de conocer claramente las mortales consecuencias del asbesto para la población y la naturaleza, optaron por mantener en funcionamiento las factorías de Eternit para obtener beneficios. Los familiares de cerca de tres mil víctimas mortales y enfermas expuestas al asbesto entre 1952 y 1986 en empresas del Grupo Eternit acogieron el veredicto de culpabilidad con lágrimas y aplausos.
La FITIM y la ICEM, que tratan de lograr la prohibición mundial del asbesto desde hace muchos años en asociación con el movimiento sindical internacional, incluida la Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción (http://www.bwint.org/default.asp?Index=3926&Language=EN), acogieron con gran satisfacción la decisión del tribunal de Turín, y esperan que sirva de clara advertencia a todos los productores, exportadores e importadores de la mortal sustancia, para poner fin inmediatamente a toda la producción y utilización de asbesto en el mundo entero.