6 mayo, 2010La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas denuncia los ataques perpetrados contra antiguos trabajadores y actuales afiliadores de personal en Johnson Controls International de Puebla, México.
MÉXICO: El 28 de abril,dos antiguos trabajadores de Johnson Controls International (JCI), Enrique Morales, que también trabaja en el Centro de Apoyo al Trabajador (CAT), y Coral Juárez, fueron agredidos cuando iban a visitar trabajadores en la ciudad de Santo Toribio, Tlaxcala.
El ataque físico fue cometido por gente del sindicato CROM, que es titular de un contrato de protección en JCI, mientras que los trabajadores de esa empresa están tratando de establecer un sindicato representativo y negociar un convenio colectivo.
Morales informa que el 28 de abril a las 14.30 h, un joven se acercó a él y empezó a torcerle la mano y asestarle golpes en todo el cuerpo, diciéndole: "no te pases de pendejo" y amenazando con matarlo si no dejaba de causarle problemas a su padre, Magdaleno Texis, que es delegado del CROM. Morales agarró al agresor de la camisa, mientras Coral Juárez forcejeaba con él. El agresor la empujó entonces y le dijo que la mataría a ella y a todos los que estaban contra su padre. Después de que la policía se negó a recibir la denuncia, y tras una serie de largas demoras, Morales y Juárez, con ayuda del CAT, pudieron presentar la demanda a la Procuraduría del Estado de Tlaxcala a las 23.00 h de esa noche.
El ataque descrito ocurrió tras un incidente ocurrido dos semanas antes, cuando Carmen Sánchez Juárez, miembro de la coalición de trabajadores de JCI, que procura fundar un nuevo sindicato, fue acosada en su población de San Luis Teolocholco por Marcelino Tecuapacho.
Desde que trabajadores de JCI decidieron formar un sindicato auténtico, tanto ellos como integrantes del CAT han sido objeto de acoso cada vez más grave. Esa lucha por un sindicato representativo está incluida entre los puntos de la Queja de la FITIM a la Organización Internacional del Trabajo (Caso No. 2694) contra el uso de contratos de protección en México.
La FITIM denuncia esos recientes ataques a los trabajadores y se une al CAT y a otras organizaciones de derechos humanos de México exigiéndole al gobierno:
El ataque físico fue cometido por gente del sindicato CROM, que es titular de un contrato de protección en JCI, mientras que los trabajadores de esa empresa están tratando de establecer un sindicato representativo y negociar un convenio colectivo.
Morales informa que el 28 de abril a las 14.30 h, un joven se acercó a él y empezó a torcerle la mano y asestarle golpes en todo el cuerpo, diciéndole: "no te pases de pendejo" y amenazando con matarlo si no dejaba de causarle problemas a su padre, Magdaleno Texis, que es delegado del CROM. Morales agarró al agresor de la camisa, mientras Coral Juárez forcejeaba con él. El agresor la empujó entonces y le dijo que la mataría a ella y a todos los que estaban contra su padre. Después de que la policía se negó a recibir la denuncia, y tras una serie de largas demoras, Morales y Juárez, con ayuda del CAT, pudieron presentar la demanda a la Procuraduría del Estado de Tlaxcala a las 23.00 h de esa noche.
El ataque descrito ocurrió tras un incidente ocurrido dos semanas antes, cuando Carmen Sánchez Juárez, miembro de la coalición de trabajadores de JCI, que procura fundar un nuevo sindicato, fue acosada en su población de San Luis Teolocholco por Marcelino Tecuapacho.
Desde que trabajadores de JCI decidieron formar un sindicato auténtico, tanto ellos como integrantes del CAT han sido objeto de acoso cada vez más grave. Esa lucha por un sindicato representativo está incluida entre los puntos de la Queja de la FITIM a la Organización Internacional del Trabajo (Caso No. 2694) contra el uso de contratos de protección en México.
La FITIM denuncia esos recientes ataques a los trabajadores y se une al CAT y a otras organizaciones de derechos humanos de México exigiéndole al gobierno:
- que actúe inmediatamente para garantizar la seguridad de Enrique Morales y Coral Juárez, de sus familiares y amigos cercanos, y de los miembros del CAT;
- que investigue los actos del CROM y enjuicie a los culpable de actos ilegales;
- que garantice el respeto de los derechos humanos fundamentales de los trabajadores, y
- que aplique cabalmente el Convenio núm. 87 de la OIT, relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación.
Ver aquí información adicional en informe detallado sobre la situación en la JCI.