5 octubre, 2009
El 25 de septiembre, tres mineros fueron heridos a bala por la Policía de la República de Zimbabwe, cuando los policías obligaban a finalizar una huelga de tres semanas por atrasos en el pago de los sueldos en la mina de asbestos de Shabanie, en la ciudad sudoccidental de Zvishavane. Durante la manifestación pacífica que se realizó ese día, los policías dispararon gases contra la muchedumbre de 1.000 mineros y sus familias.
Los tres mineros, dos hombres y una mujer, sufrieron graves heridas de bala en las piernas y manos. Increíblemente, tres días después de la violencia policial, los tres fueron llevados en sillas de ruedas a un tribunal local, donde se les acusó de violencia pública. Decenas de otros también fueron detenidos.
Los nombres de los tres heridos a bala son Alois Zhou, Taurai Zhao, y Simbarashe Mashuku.
A los 2.280 mineros huelguistas, miembros del Sindicato de Trabajadores de la Mina de Shebanie, parte de la Asociación de Trabajadores Mineros de Zimbabwe (AMWZ), organización afiliada a la ICEM, no se les había pagado los sueldos completos desde enero de 2009. Shabanie, junto con Mashaba, dos de las mayores minas de asbestos de Zimbabwe, pasaron a ser administradas por el gobierno en 2004, bajo la Ley de Reconstrucción de Empresas Insolventes con Deudas al Estado, promulgada por el régimen de Mugabe.
Las minas habían sido de propiedad de Shabanie Mashaba Mine Holdings (SMMH), empresa controlada por el empresario Mutumwa Mawere, ciudadano de Zimbabwe que vive en Sudáfrica, a quien se le acusa de haber sacado de Zimbabwe activo de unos US$80 millones.
Según parece, la mina de Shebanie era productiva y rentable con un administrador nombrado por el gobierno. Sin embargo, no se atendió a los llamados para que se pagaran los sueldos atrasados.
La brutalidad demostrada por la policía hace diez días atrás ha sido censurada en forma inmediata y enérgica por varias organizaciones. Wellington Chibebe, del Congreso de Sindicatos de Zimbabwe (ZCTU), pidió la renuncia de los dos Coministros del Interior, por su indeferencia ante el incidente señalado.
Al censurar la balacera, que carecía de provocación, el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU) señaló que la huelga de los mineros de asbestos se había iniciado el 31 de agosto. “Sin embargo, se ha obligado a los huelguistas a volver al trabajo, después que los visitaran policías armados y las Fuerzas de la Inteligencia Central, que infunden mucho temor a la gente. El 29 de septiembre, los agentes de seguridad del estado, junto con funcionarios de seguridad de la mina Shebanie, visitaron a los trabajadores en sus casas, amenazándoles que si no volvían al trabajo al día siguiente, los trabajadores debían de abandonar, no solo la casa de la mina donde vivían, sino además debían abandonar el pueblo.”
COSATU también informó que el 30 de septiembre fue allanada y saqueada la casa de Ndodana Sithole, Secretaria del Distrito de Zvishavane del ZCTU, y que la policía había exigido información sobre las medidas que pensaba tomar el ZCTU para responder a la violencia de la policía que se había registrado el pasado 25 de septiembre.
La ICEM apoya al llamado que ha hecho ZCTU para que se establezca una Comisión Parlamentaria de Investigación de las acciones de la policía en Zvishavane en septiembre.