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Una victoria para la huelga del petróleo en Colombia

14 agosto, 2005Comunicado de prensa No. 29/2004

Los 20 millones de afiliados de la ICEM, la principal federación sindical del sector petrolero, acogieron con júbilo la victoria de la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO) de Colombia al cabo de una huelga de 37 días con la estatal ECOPETROL que terminó ayer.

El 26 de mayo se logró un acuerdo entre la USO y el gobierno colombiano mediante el cual se retractarán los contratos recién concluídos a favor de las multinacionales del crudo, relativos a la exploración y explotación de los yacimientos petrolíferos. Queda así a salvo la empresa y se mantienen las reservas de petróleo en manos del pueblo colombiano.

"Queremos felicitar a los líderes y a los afiliados de la USO en esta huelga tan determinante para que se quede en Colombia lo que por derecho le pertenece", afirmó el Secretario General de la ICEM, Fred Higgs.

La victoria evita esencialmente la privatización de ECOPETROL. El nuevo acuerdo exige que los yacimientos petrolíferos que están siendo explotados por empresas extranjeras, vuelvan a manos de la ECOPETROL tras la expiración de los contratos.

Los 250 trabajadores afiliados a la USO, entre los cuales el Presidente Gabriel Avis, que habían sido despedidos cuando el gobierno declaró que la huelga era ilegal, recobrarán todos sus derechos a la jubilación y tendrán la oportunidad de volver a sus puestos de trabajo mediante el proceso de arbitraje. El gobierno y la dirección de ECOPETROL se habían propuesto eliminar las pensiones de estos trabajadores y, además, reducir la plantilla.

Según los informes de los analistas que se han publicado, la huelga, que empezó el 22 de abril, ha causado pérdidas en la producción por 500 millones de pesos colombianos al día (US$180.000). El gobierno declaró que los planes de emergencia introducidos antes de la huelga no afectarán a la refinería ni a la producción de los yacimientos.

La ICEM fue la punta de lanza que impulsó una acción global entre los sindicatos del sector energético y sus afiliados para respaldar a la USO y que culminó con las protestas dirigidas contra Alvaro Uribe, actual Presidente del gobierno colombiano.