1 junio, 2011
Los megaeventos deportivos, como los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de Fútbol, pueden tener una enorme influencia favorable sobre los trabajadores. Sin embargo, con mucha frecuencia nos enteramos de accidentes en obras de construcción y de horrendas condiciones de sobreexplotación en fábricas. Los trabajadores y trabajadoras que construyen los estadios y fabrican los artículos sufren detrás de la fachada glamorosa de los juegos.
La alianza Juega limpio, que reúne a sindicatos y ONG de todo el mundo, se creó en 2003, y desde entonces ha venido abogando por que se incluyan los derechos de los trabajadores y trabajadoras en la actividad del Comité Olímpico Internacional y de la FIFA. No se han cumplido muchas de las exigencias de Juego limpio; pero la campaña ha tenido algunos resultados favorables. Para los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, todas las mercancías oficiales deben provenir de fábricas que pagan a los trabajadores un salario vital y ofrecen “empleo regular”. Los trabajadores de esas fábricas deben tener acceso a un mecanismo de quejas, y las ofensas denunciadas tienen que investigarse en forma oportuna. Por primera vez, en el cuestionario de candidatura a los Juegos Olímpicos, se pedía a los países sedes potenciales del evento que demostraran cómo se tendrían en cuenta las normas del trabajo al tomar decisiones sobre las fuentes de mercancías que obtendrían licencia de suministro.
Además de dirigirse a los equipos deportivos, la campaña Juego limpio se orienta a las marcas y detallistas que suministran la indumentaria de equipos usada en los actos deportivos. Se dirige a empresas como adidas, que el año pasado pagó a los miembros de su consejo de administración casi €11,5 millones, y Puma, que tiene un convenio de patrocinio con Usain Bolt por £21 millones, según informaciones recibidas, y que se niegan a comprometerse a pagar un salario vital a los trabajadores en sus cadenas de producción. Ha sido lenta la mejora de las prácticas de marcas conocidas, pero el mes entrante se dará un importante paso adelante, cuando los suministradores indonesios, sus compradores, los sindicatos y ONG se reúnan para firmar un protocolo que garantice a los sindicatos la libertad sindical, incluidas la licencia de un número convenido de funcionarios sindicales de su trabajo ordinario y la disposición de espacios adecuados para oficinas y comunicaciones, y tiempo libre para que los trabajadores desarrollen actividades sindicales.
En 2014 y 2016 Brasil será el primer país en la historia que servirá de sede de la Copa Mundial y de los Juegos Olímpicos con sólo dos años de intervalo. Aprovechando esta oportunidad única, los sindicatos brasileños de los sectores de la construcción y los textiles han aunado fuerzas para exigir empleo digno para todos los que contribuyen a los juegos. En el lanzamiento público de la campaña, el 1 de abril, estuvieron presentes 250 personas frente a la entrada principal del estadio Maracana, y la CSI, ICM, FITTVC y sus afiliados intercambiaron mensajes de solidaridad. El tema principal de los mensajes fue la exigencia de que la Copa Mundial y los Juegtos Olímpicos dejen un legado basado en el respeto de los derechos laborales.