12 diciembre, 2010
El 9 de diciembre, finalizó la huelga de trabajadores subcontratados de la planta de Hyundai Motor en Ulsan, South Gyeongsang, Corea del Sur, que a veces se volvió violenta. Finalizó la huelga de 25 días cuando tres sindicatos, entre los cuales se contaba el de los trabajadores subcontratados, se reunieron para discutir la situación, y acordaron finalizar la huelga a condición de que la administración de la empresa realizara negociaciones de buena fe para que dichos trabajadores pasen a la plantilla de personal permanente de Hyundai. La huelga y el bloqueo de la producción se dieron porque la empresa fabricante de automóviles se negó a conceder a estos trabajadores el estatus de personal permanente, de acuerdo a lo dictaminado en julio por la Corte Suprema de Corea. (Ver aquí el artículo al respecto)
A partir del 6 de diciembre, los trabajadores a contrata de la planta de Hyundai Motor en Ulsan, South Gyeongsang, Corea, siguen bloqueando la producción, debido a que la empresa señalada, fabricante del sector automotriz, sigue negándoles el estatus de trabajadores permanentes, de acuerdo a un fallo de la Corte Suprema de Corea, emitido en el mes de julio. (Ver a continuación artículo al respecto) (Ver aquí el artículo al respecto)
Estos trabajadores, que son unos 550 en total, miembros del Sindicato de Trabajadores Irregulares de Hyundai Motor, empezaron el 15 de noviembre su ocupación de Ulsan, exigiendo que se termine con la discriminación respecto a los sueldos y condiciones de trabajo. La huelga de protesta fue iniciada por unos 30 trabajadores debido a que Hyundai quería cambiar por otra empresa una compañía subcontratada llamada Dongsung que se dedica al ensamblado de asientos, cuyo contrato fue terminado, insistiendo que los trabajadores subcontratados firmaran contratos individuales con la nueva empresa.
En las semanas anteriores, se afiliaron al Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Corea (KMWU) unos 1.900 trabajadores subcontratados que laboran en Hyundai, basándose en una decisión de la Corte Suprema, emitida el 22 de julio, que señalaba que después de haber trabajado dos años por la empresa automotriz, ésta tenía la obligación de contratarlos como trabajadores permanentes y directos. Al cambiar la empresa subcontratista, Hyundai también intentó obligar a los trabajadores a retirar su afiliación al KMWU.
Hyundai, que es, en términos de magnitud, la quinta empresa fabricante de automóviles del mundo, llamó a la policía local, que respondió con palizas y gas lacrimógeno contra los huelguistas. Cuando se inició la huelga, el 15 de noviembre, los administradores de Hyundai atacaron con accesorios metálicos pesados y marcos de hierro a los trabajadores que participaban en la huelga de brazos caídos. Decenas de trabajadores han sido detenidos, y la empresa ha presentado demandas tanto criminales como civiles contra los huelguistas, incluyendo una demanda civil contra 419 dirigentes de la huelga, solicitando 16.2 billón de won (US$14.1millón) por pérdidas de producción. El 20 de noviembre, durante una concentración en las puertas de la planta, un trabajador subcontratado intentó incendiarse.
A veces, fueron tres las cadenas de montaje que fueron bloqueadas por enfurecidos trabajadores subcontratados, lo cual le costó a Hyundai la producción de unas 24.000 unidades. La semana pasada, los trabajadores subcontratados tomaron una cadena de montaje en Ulsan, la mayor planta integrada de fabricación de automóviles del mundo, reduciendo así la producción del nuevo modelo AFCENT, además de los modelos subcompactos Clic y Verna.
En Ulsan, los dirigentes sindicales buscaban establecer un diálogo con la administración de Hyundai Motor con el fin de resolver los problemas cada vez más cuantiosos, pero la administración no estaba dispuesta a participar en ningún diálogo hasta que los trabajadores no terminaran la huelga.
Este conflicto de trabajadores subcontratados ha llamado la atención de trabajadores automovilísticos de todo el mundo. El 6 de diciembre, el sindicato norteamericano United Auto Workers (UAW) realizó una manifestación de apoyo a los trabajadores coreanos, a la cual asistieron 150 personas, en el Technical Center de Hyundai-Kia America, en el estado norteamericano de Michigan.