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Trabajadores petroleros de Shell en Australia ratificarán el convenio

9 marzo, 2009

Es probable que hoy los trabajadores petroleros del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Silvicultura, Minas y Energía (CFMEU) de Australia ratifiquen un convenio colectivo de tres años con la Royal Dutch Shell en la refinería de Clyde y el terminal de Gore Bay en el Puerto de Sydney. No obstante esto, quedan las huellas de la descarada conducta antisindical de Shell en los últimos tres meses.

La Shell manipuló las negociaciones que comenzaron en noviembre de 2008, tratando de imponer al sindicato algunos aspectos de la draconiana ley WorkChoices, en un intento de incumplir un convenio con la empresa y de iniciar contratos de trabajo individuales antes del 1 de julio de 2009, fecha en que comienza la abrogación de las leyes antisindicales del ex Primer Ministro John Howard.

Inicialmente, la empresa propuso reducir a 14 páginas un convenio que tenía 47, eliminando cláusulas como capacitación de los trabajadores, “Funciones y Responsabilidades de la Empresa”, eliminando requisitos estándar relacionados con el nivel de dotación de personal, y dando la posibilidad de introducir un número superior de subcontratistas. Los administradores también propusieron reducir en A$12.000 anuales los sueldos de los operarios.

En noviembre, la refinería de Clyde, que produce 86.000 barriles de petróleo diarios, inició un cierre con fines de mantenimiento, dando a la empresa la oportunidad de implementar otra medida antisindical: la empresa exigió la aprobación de sus propuestas regresivas antes del 30 de enero de 2009, fecha de vencimiento del anterior convenio de tres años, señalando que de otra manera el CFMEU enfrentaría un cierre patronal.

En preparación para esto, los administradores de la Shell, que habían sido importados de otra parte, empezaron a introducir esquiroles para cursos de capacitación de 18 días como operarios, y contrataron a trabajadores jubilados de otro estado de Australia. A principios de febrero, claramente frustrada por la justificada renuencia de CFMEU de conceder lo que se le pedía, la empresa solicitó a la Comisión de Relaciones Laborales de Australia presentar sus propuestas a los trabajadores directamente, en una votación secreta.

La propuesta señalada fue derrotada el 20 de febrero, por una abrumante mayoría del 82% de la votación, lo cual no sólo obligó a la Shell a volver a las negociaciones, sino también a cambiar su programa para las mismas.

El acuerdo provisional sobre el cual votarán mañana 150 trabajadores es mucho mejor que lo que querían los administradores de la Shell. Pide un aumento de un 12% en los tres años, y conservación de todas las cláusulas laborales actuales.

Lorraine Usher, Secretaria Distrital del CFMEU en New South Wales, señaló lo siguiente: -La política de la Shell en las negociaciones era nada más que antisindical. Las medidas que ha tomado la empresa han enfurecido a los trabajadores, y tendrá que pasar mucho tiempo para poder recuperar la confianza en el lugar de trabajo.

Dos administradores británicos de la Shell en Clyde y Gore Bay fueron los responsables de introducir la política antisindical. Usher afirmó: -Creo que hicieron todo lo posible para que se intensificara el conflicto.
Se contrató a Paul Lunt, el ex Director de operaciones de Clyde, para que se encargara de las negociaciones. El otro fue Mark Stevens, que trajeron de las instalaciones de Shell en Singapur.