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Sindicatos europeos hacen grandes esfuerzos para salvar Petroplus

23 enero, 2012

Varios sindicatos europeos, encabezados por la Federación Europea de Trabajadores de la Minería, Química, y Energía (EMCEF), están tratando desesperadamente de ejercer presión pública y del gobierno para impedir que se declare insolvente la empresa independiente de refinación del petróleo de ese continente.

A finales de diciembre, un consorcio de 13 bancos congeló un crédito de €1000 millones de la empresa suiza Petroplus, e inmediatamente la compañía petrolera cerró tres de sus cinco refinerías - la refinería Petite Couronne, cerca de Rouen, Francia, una planta en Amberes, Bélgica, y la refinería Cressier en la región de Neuchâtel, Suiza.

La compañía que cotiza en la bolsa también redujo la capacidad de producción de su refinería Coryton, en Stanford-le-Hope, Reino Unido, y en Ingolstadt, Alemania. Están en juego 2.500 puestos de trabajo, y aproximadamente la mitad de esos trabajadores ya están inactivos.

Michael Wolters, Secretario General de la EMCEF, dijo que debe encontrarse "una solución financiera para impedir la quiebra de Petroplus, y por ello mismo hacemos un llamado a las autoridades responsables nacionales y europeos" para salvaguardar estos lugares de trabajo.

Pero a pesar de haber obtenido, el 11 de enero, un préstamo temporal de crédito rotativo para mantener parcialmente las operaciones en Coryton e Ingolstadt, queda poco tiempo. La semana pasada, la compañía, cuya sede está en Zug, dijo que estaba cerrando equipos de refinería en Petite-Couronne y Amberes, lo cual hace mucho más difícil y costoso la venta y reinicio de las operaciones de esas instalaciones.

Los sindicatos franceses CGT, CFDT, y CFE /CGC han estado presionando activamente a su gobierno para que facilite la venta de la empresa, y, en el Reino Unido, Unite the Union ha contactado a Richard Howitt, parlamentario europeo para el este de Inglaterra, para que se busque una solución. El sindicato suizo UNIA ha pedido que intervenga el gobierno federal, haciendo un llamado para que los países con empresas que exportan petróleo refinado a Europa paguen derechos adicionales, ya que en general esas empresas no cumplen con las normas medioambientales europeas.

El ABVV/FGTB y ACV/CSC de Bélgica e IGBCE de Alemania también han intensificado sus esfuerzos para salvar a las refinerías de Petroplus en sus países.

De gran preocupación para los trabajadores de Petroplus son las importaciones de los mercados de petróleo refinado. Sin embargo, también son relevantes las decisiones erróneas tomadas por los administradores principales de la compañía después de que las empresas de capital privado Carlyle y Riverstone llevaron la empresa a cotizar en la bolsa, a fines de 2006. Poco después, Carlyle y Riverstone dejaron de ser propietarias, logrando en ese proceso grandes dividendos.

Y luego, en momentos del principio del colapso económico, en 2007, la nueva administración pagó una prima para comprar Coryton de BP e Ingolstadt de ExxonMobil, y siguió en 2008 con la adquisición, de Shell, de las refinerías francesas Petite Couronne y Reichstett, cerca de Estrasburgo. Luego, en 2009, Petroplus clausuró Reichstett. También cerró una refinería en Teeside, Reino Unido, en 2009, en momentos en que se iban reduciendo las exportaciones a los EE.UU., y los márgenes de ganancias de la refinación descendían.

Desde 2006, cuando Petroplus empezó a cotizar en la Bolsa de Zurich, la compañía ha perdido el 98% de su valor. La crisis que actualmente enfrenta esta empresa de producción de derivados del petróleo constituye un claro recordatorio de la incapacidad que se nota en las decisiones gerenciales durante una recesión económica, donde al final los trabajadores son quienes sufren las consecuencias.