14 marzo, 2011
El Sindicato de Trabajadores de Gases Industriales de Tailandia (TIGLU), parte de la Federación de Trabajadores del Petróleo y la Química de Tailandia (PCFT), organización afiliada a la ICEM, sigue tratando de establecer derechos sindicales para los trabajadores que proveen gases industriales a los sectores de manufactura y alimentos. La ICEM sigue apoyando esta lucha valiente y difícil contra empresas intransigentes.
En la actualidad, este sindicato está luchando en dos frentes contra dos empresas multinacionales: Linde, cuya casa matriz se halla en Alemania, y Air Liquide, de Francia. Este sindicato, en ambas empresas, lucha para lograr la reincorporación de trabajadores que han sido despedidos debido a su activismo sindical.
En Linde, está por vencerse un convenio colectivo de 21 meses que tiene con TIGLU, en una planta de la provincia de Saraburi. Dicho convenio vence dentro de una semana, el día 21 de marzo. Aunque las dos partes están en negociaciones, las propuestas del sindicato tienen que ver con solicitudes de información, la contratación de trabajadores por agencias en puestos a tiempo completo, y la reincorporación al trabajo del activista sindical Wasan Ruengloikham al cargo que legítimamente le corresponde. Linde Thailand está intentando eliminar cláusulas relativas a la participación sindical que lograron los trabajadores en 2008.
Miembros del TIGLU se reúnen para estudiar las negociaciones con Linde
El TIGLU quiere que los administradores apliquen las provisiones de la “regla de oro” de Linde respecto a la responsabilidad corporativa, resolviendo en un diálogo común con el sindicato el problema de Wasan Ruengloikham, que fuera despedido de la empresa el 23 de septiembre del 2010.
El sindicato también exige licencia de paternidad, y empleo a tiempo completo para trabajadores contratados por agencias y para Pornpitsanu Puenpha y Surachai Singpasta, que llevan tres años como conductores de camiones cisterna.
Al recibir las propuestas del sindicato, los administradores de la planta de Talan presentaron sus propias exigencias, con el fin de destruir el convenio colectivo. Linde Thailand quiere eliminar una cláusula que permite participación sindical en las medidas disciplinarias, y quiere invalidar una cláusula del convenio colectivo que permite que la compañía ofrezca seis horas al año de capacitación sobre derechos del trabajador para todo el personal.
Wasan Ruengloikham
En la planta de Nong-kae de Air Liquide, también en la provincia Saraburi, hace un mes, ocurrió lo siguiente: cinco dirigentes sindicales fueron despedidos por la espantosa acusación de haber “causado disturbios”. El 11 de marzo, a petición de los administradores de Air Liquide en Nong-kae, se iba a realizar una audiencia al respecto en el Ministerio del Trabajo de la provincia. Sin embargo, algunos minutos antes de iniciarse la sesión, la administración envió un fax diciendo que no iban a asistir, y que los cinco trabajadores seguirían despedidos.
La ICEM cuestiona severamente esta conducta. El 15 de febrero, Manfred Warda, Secretario General de la ICEM, intervino personalmente ante los administradores locales, criticándoles por haber violado los valores internacionales de Air Liquide. Específicamente, la ICEM citó el código de responsabilidad social de Air Liquide, por el cual se señala que sus empresas “se comprometan a promover y respetar el diálogo social” y que deben “respetar los derechos humanos, procurando que se respete la dignidad de sus empleados.” Se puede ver aquí la carta completa.
La ICEM seguirá pendiente de las negociaciones en Linde, además de trabajar para rectificar la conducta social perjudicial de Air Liquide en el este de Tailandia.