9 febrero, 2009
Se ha suspendido durante la presente semana la fecha de inicio de una huelga en Nigeria con el fin de permitir que continúen las conversaciones entre NUPENG y PENGASSAN, organizaciones del sector petrolero y del gas, afiliadas a la ICEM, y los Ministros de Trabajo y Petróleo, sobre la perentoria necesidad de resolver la ola de secuestros y garantizar la seguridad de trabajadores y sus familias en el Delta del Níger.
Vencía hoy el plazo original que los sindicatos habían dado para retirar sus trabajadores de las instalaciones de petróleo y gas en el Delta del Níger. Sin embargo, el viernes 6 de febrero, después de una reunión con Chibuike Rotimi Amaechi, gobernador de los River States, los sindicatos acordaron continuar las conversaciones esta semana. Empezando hoy, dirigentes de los dos sindicatos se van a reunir en Abuja con Adetokunbo Olyukayode, Ministro de Trabajo y Productividad, y H. Odein Ajumogobia, Ministro del Petróleo, para estudiar soluciones factibles para la situación de seguridad.
Se ha registrado en semanas recientes en Port Harcourt, en otras zonas de Rivers State, y también en los estados vecinos del Delta del Níger, una ola de secuestros de familiares de miembros de PENGASSAN y NUPENG. Después de secuestrar a mano armada a inocentes familiares de trabajadores del petróleo y gas, los grupos armados piden sumas de rescate de hasta US$100.000.
Otro incidente ocurrió el viernes 6 de febrero. A consecuencia de una emboscada en una planta de gas de Shell Petroleum Development Corp. (SPDC) situada en Utorogun, Delta State, resultaron muertos tres combatientes. La información inicial que se ha recibido indica que no fue lastimado ningún trabajador, aunque éste no ha sido siempre el caso en ataques de esta naturaleza.
Unos días antes, había sido secuestrado un trabajador nigeriano de Agip, filial de la empresa italiana ENI. Fue liberado sin que se supiera si la empresa había pagado algún rescate por su liberación. El 29 de enero, la hija de 11 años de Samuel Awolesun, miembro de PENGASSAN y empleado de SPDC, fue asesinada en momentos en que era secuestrada, junto a su hermano de nueve años mientras iban ambos camino a la escuela. La niña fue muerta a tiros cuando resistía el secuestro.
En un comunicado de PENGASSAN del 6 de febrero, el sindicato informó que la semana pasada los secuestradores habían dejado en libertad al niño.
Desde el 24 de enero, PENGASSAN y NUPENG han registrado, tan sólo en Port Harcourt, 12 secuestros de trabajadores petroleros y del gas, de sus esposos/as o de sus familiares. Se ha informado que desde principios del año se han conocido por lo menos diez ataques contra embarcaciones en aguas próximas al Níger Delta.
Peter Akpatason, Presidente Nacional de NUPENG manifestó a la ICEM: -La inseguridad en el delta ha cobrado nuevas dimensiones. El gobierno no está tomando suficientes medidas para proteger al personal y a sus familias, y esto ya se ha convertido en un asunto muy grave de relaciones laborales.
Bayo Olowoshile, Secretario General de PENGASSAN, dijo que correspondía al gobierno y a las empresas petroleras estatales dar razones y demostrar por qué “no hemos de retirar nuestros servicios de todas las instalaciones de exploración y producción hasta que se mejore la seguridad en la región”.
En la declaración conjunta del viernes, dirigida a todos los presidentes zonales y seccionales de NUPENG y PENGASSAN, en que se fijó un nuevo plazo, el 13 de febrero, para iniciar la huelga, los sindicatos señalaron lo siguiente: -Queremos informar (a todos los trabajadores) que esperen nuevas instrucciones, ya que en este difícil momento estamos dialogando con los Gobiernos Federal y de Rivers State.
En forma separada, los sindicatos también están presionando al gobierno y a las empresas petroleras para que resuelvan las diferencias de remuneración, condiciones de trabajo, y prestaciones de bienestar social para trabajadores eventuales y trabajadores con contrato a plazo fijo. También están desarrollando una campaña para mejor empoderamiento y oportunidades de trabajo para los trabajadores nigerianos en el sector del petróleo y gas, además de apoyar la liberalización del sector de refinación y distribución si las actuales empresas privadas se comprometen a invertir en el sector.