21 noviembre, 2011
El 18 de noviembre, finalizó, después de un mes, la dramática ocupación de una planta papelera de M-real en Alizay, Francia, después que los sindicatos CGT-Filpac y CFE-CGC firmaran un acuerdo con la empresa finlandesa para terminar el bloqueo y dejar salir el papel para imprimir que se tenía en depósito. La señalada huelga había comenzado el 19 de octubre, cuando M-real renunció a sus planes de vender la planta a uno de los dos compradores que quedaban, informando que se iba a despedir a 330 trabajadores/as papeleros franceses. (Ver el informe del 24 de octubre de la ICEM.)
El 15 de noviembre, ante las puertas de la planta en Haute-Normandie, un 95% de los trabajadores/as votaron en favor de suspender la ocupación, y el 17 de noviembre los dirigentes de los dos sindicatos firmaron un acuerdo con M-real que permite aplazar temporalmente el cierre de la planta, señalando, además, consideraciones financieras y de otra índole.
Los/las trabajadores/as han de recibir una prima de €3,000 por haber terminado la ocupación, con €1.500 en forma inmediata, y el resto en enero. M-real se ha comprometido a seguir administrando la planta, que tiene una producción de 230.000 toneladas al año, hasta el 7 de marzo de 2012, con la promesa de no sacar equipos ni maquinaria antes de esa fecha. Además, se pagará a los trabajadores los sueldos correspondientes a los días de la huelga, que duró 30 días.
Por vía de negociaciones se llegó a un acuerdo, finalizando la ocupación de la planta, poco antes de la hora que se había avisado que iba a llegar la policía para obligar a abrir el depósito de papel. El conflicto por el cierre de la planta llegó a los más altos niveles del gobierno francés, después de que los sindicatos solicitaran que el estado expropiara el activo de la planta papelera. Por otra parte, la semana pasada, el conflicto también fue tema de sesiones del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, donde líderes políticos franceses se reunieron con parlamentarios finlandeses para quejarse por la intransigencia de M-real y de Metsäliitto, empresa de silvicultura con sede en Finlandia, que es propietaria de un 40% de M-real.
El delegado de la planta para CGT-Filpac, Thierry Philippot, señaló lo siguiente: -Nadie debe pensar que nos hemos rendido. Insistiremos ante esta empresa para que pague por el sufrimiento moral y físico de los trabajadores.- Los trabajadores de M-real presentaron a las autoridades franceses reclamos por acoso debido a los efectos psicológicos del cambio de planes por parte de M-real.
El 4 de mayo, M-real dio a conocer un programa de reestructuración fundamental, abandonando la fabricación de papel de oficina y de imprimir para centrar su atención más bien en la fabricación de cartón para embalaje. A consecuencia de esto, iba a poner en venta las dos plantas de papel fino: la planta de Alizay cerca de Pont-de-l’Arche, y la de Gohrsmühle en Alemania. Además, dejaba de fabricar papel de calco en la planta Reflex en Alemania.
Después de haberse reducido a 2 los 65 potenciales compradores de Alizay, el mes pasado M-real suspendió las negociaciones con una empresa papelera tailandesa y una compañía francesa de inversiones, declarando que iba a clausurar la planta.
Esa decisión molestó a los papeleros franceses de CGT-Filpac y CFE-CGC, y comenzó la ocupación de la fábrica, que incluía colocar grandes vehículos delante de las puertas de la planta que estaban cerradas con cadenas pesadas. Los sindicatos también presentaron una demanda en los tribunales del distrito de Evreux en Francia por el hecho de que M-real no hubiera entregado la documentación necesaria sobre una posible venta de la fábrica. La consultación estatutaria sobre el cierre de la planta comenzó el 8 de noviembre, pero se suspendieron rápidamente debido a la tirantez de las relaciones entre las partes. Esas conversaciones han de comenzar nuevamente, independientemente de las negociaciones de la semana pasada sobre el acuerdo de protocolo para poner fin a la ocupación de la planta.