31 enero, 2011
Una mina de carbón en el estado Norte de Santander, Colombia, nuevamente pasó a ser una trampa mortal para los mineros. El 26 de enero, la mina de carbón La Preciosa, situada en la municipalidad de Sandinata, donde ya han fallecido 38 mineros en los últimos tres años, fue sacudida por una explosión de gas metano al realizarse el cambio de turno de la mañana, falleciendo 21 mineros.
La mina La Preciosa Ltda., de propiedad local, emplea a 110 trabajadores, y después de la explosión el Instituto Nacional de Geología y Minas (Ingeominas) la mandó a clausurar. Veinte mineros murieron en un pozo horizontal de 600 metros de largo, y un trabajador murió en la ambulancia en busca de asistencia médica. Seis mineros fueron rescatados y se encuentran hospitalizados en la ciudad de Cúcuta.
Se rescataron los cadáveres de 16 mineros el mismo día del siniestro, y cuatro el 27 de enero.
Mineros de La Preciosa están preocupados por su futuro
Con franqueza inesperada, el gobierno colombiano reconoció que es inadecuada su legislación sobre seguridad minera y deficientes los recursos que dispone para regular más rigurosamente la seguridad minera. Carlos Rodado, Ministro de Minas, llegó a Sandinata el 27 de enero, diciendo que al gobierno le faltan fondos y personal: Ingeominas cuenta con solamente 17 inspectores de minas, que tienen que vigilar 6.000 minas legales.
La Preciosa, que produce 3.000 toneladas de carbón al mes, es una mina legal. Sin embargo, en octubre de 2010, seis mineros murieron de asfixia por gases. En 2007, murieron 32 mineros en una explosión de gas semejante a la que se produjo el miércoles pasado. En 2007, la mina permaneció cerrada por cinco meses.
Un representante de un sindicato minero afiliado a la ICEM en otra mina de Colombia dijo que el gobierno otorga licencias de modo demasiado apresurado a empresas pequeñas y medianas que no cuentan con los mecanismos necesarios para vigilar la seguridad de las operaciones mineras. Colombia no ha ratificado el Convenio 176 de la OIT sobre seguridad y salud en las minas.
En el funeral que se realizó el 28 de enero en la ciudad de San Roque en una región montañosa de Colombia, donde fueron recordados 21 mineros, miles de habitantes acompañaron el cortejo para lamentar a los caídos, y la mayoría de los residentes de la ciudad pusieron la bandera colombiana en sus casas. El alcalde de Sandinata, Yamile Ragel, dijo que la tragedia era “un crimen” que “no pasará sin castigo para los culpables”. Los diez mineros fueron enterrados en un cementerio local, después de una misa católica.
Ingeominas señaló que en 2010 se habían registrado 84 accidentes mineros en Colombia, en los cuales fallecieron 173 trabajadores.