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La ICEM y la FITIM denuncian irregularidades de pago de Mittal en Bosnia-Herzegovina

25 enero, 2010

La ICEM ha exigido al gobierno de Bosnia-Herzegovina intervenga para defender a los 1.250 trabajadores de una planta en la ciudad de Lukavac, situada en el norte del país. Global Infrastructure Holdings Ltd., empresa filial del Grupo Ispat, propiedad de la familia Mittal, con intereses en el negocio del sector siderúrgico, y con sede en la India, ha reducido enormemente los sueldos de los trabajadores, y también les debe sueldos atrasados.

La empresa es propietario minoritario, pero gestiona una empresa de coque y fabricación de productos químicos llamada Global Ispat Koksana Industtrija Lukavac (GIKIL), que vende sus productos a plantas siderúrgicas en toda Europa Central, Turquía y en la India. El cantón de Tuzla es su accionista mayoritario.

En una carta del 21 de enero, dirigida a Mustafa Mujezinovic, Primer Ministro de Bosnia-Herzegovina y a Enes Mujić, Primer Ministro del cantón de Tuzla, Manfred Warda, Secretario General de la ICEM, junto con Jyrki Raina, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), hicieron un llamado tanto al gobierno federal como al regional para que procuren que se reestablezcan los niveles de remuneración que estos trabajadores tenían en 2003, que la empresa en cuestión pague los sueldos atrasados, y que dichos gobiernos estén más atentos a los potenciales y graves peligros para la salud que existen dentro de GIKIL.

La ICEM exige justicia para los trabajadores de Lukavac en nombre de una de sus organizaciones afiliadas, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y de Productos No Metálicos de Bosnia-Herzegovina.

Warda señaló lo siguiente: “La ICEM ha investigado a Global Infrastructure Holdings, a su casa matriz, el grupo siderúrgico Ispat, y al mismo Pramod Mittal. Hemos encontrado una historia de conducta depravada que se ha impuesto a los pueblos de muchos países, con un desinterés total por las normas sociales mundiales, y también por los estatutos establecidos en la legislación europea.”

En Lukavac, los trabajadores han realizado huelgas legales dos veces en seis meses, reclamando sueldos que se les debían. A pesar de que todos los trabajadores se afiliaron al sindicato, Guttupalli Jagannadham, Gerente General de la GIKIL en la India, no ha considerado para nada al sindicato, y ha recortado los sueldos, dejándolos en el 55% de lo que se ganaba anteriormente. Este nivel es inferior al nivel del salario mínimo que se había establecido en el convenio colectivo nacional para el sector de la química y productos no metálicos, y alcanza un poco más de €200 al mes (400 marka), por lo cual queda muy por debajo del sueldo mínimo de este sector en Bosnia-Herzegovina.

A consecuencia del no pago de los sueldos de octubre, noviembre y diciembre de 2009, los trabajadores realizaron una huelga del 6 al 14 de enero. Durante la huelga, se pagaron los sueldos de octubre y noviembre, pero los sueldos de diciembre siguen sin pagar. Por otra parte, después de un acuerdo logrado por vía de la mediación, y con el cual terminó una huelga de tres días en julio de 2009, se protestó a la dirección de GIKIL por no respetar el convenio colectivo, y se exigió a esa empresa pagar todos los sueldos pendientes hasta diciembre de 2009.

En la carta dirigida al gobierno de Bosnia-Herzegovina, la ICEM y la FITIM también manifestaron su preocupación por la salud de los trabajadores. El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Química y de Productos No Metálicos cree que varios trabajadores sufren gravemente de cáncer debido a la falta de protección en torno a los hornos de coque.

   

Los secretarios generales de la ICEM y la FITIM, Manfred Warda, Jyrki Raina

En la carta conjunta, la ICEM y la FITIM, que juntas representan a 45 millones de afiliados, advirtieron al gobierno para que no deje de vigilar las relaciones de trabajadores y la dirección en GIKIL.”Consideramos que éste es un error, tomando en cuenta la reciente historia de sueldos atrasados, liquidación de activo, y depravación social general ocasionada por Global Infrastructure Holdings.”

En 2008, los trabajadores siderúrgicos del estado de Kogi, más de 500 nacionales de la India, y muchos trabajadores ucranianos expatriados en Nigeria, protestaron debido a la falta de pago – por diez meses – de sus salarios. La Asociación de Personal Superior de la Industria del Hierro y del Acero de Nigeria (ISSSAN) registró 60 fallecimientos de trabajadores debido a los largos atrasos del sueldo, incluyendo 21 suicidios. En abril de 2008, el gobierno de Nigeria suspendió un contrato de privatización que tenía con Global Infrastructure Holdings para que se encargara de las operaciones de las plantas siderúrgicas de Ajaokuto Steel y de la Nigerian Iron Ore Mining Co., como también de Delta Steel, al descubrir que la empresa india desmontaba equipos para luego exportarlos.

También en 2008, en Libia, donde Global Infrastructure Holdings tenía un contrato para administrar la Libya Iron and Steel Co. Ltd., los trabajadores, entre éstos 120 nacionales indios en puestos de gran especialización, pasaron hasta siete meses sin sueldo. En 2005, en Bulgaria, Pramod Mittal y Global Steel Holdings de Ispat adquirieron el 71% de la mayor planta siderúrgica del país, Kremikovtsi Steel, cambiando su nombre a Finmetals Holdings, y en agosto de 2008 la empresa fue declarada insolvente, debido a que no se había producido una inversión que se había prometido.

Mittal, hermano menor de Lakshmi N. Mittal, Presidente de ArcelorMittal, tenía una serie de deudas que incluía a los propietarios de bonos, y enormes cantidades de dinero que se debía a varias empresas, entre éstas la NEC, una empresa estatal de Bulgaria, la empresa de gas Bulgargaz, y BDZ, empresa encargada de operaciones de ferrocarril.

Además, durante la segunda mitad de 2008, no se pagaron a tiempo los sueldos a unos 5.000 trabajadores siderúrgicos de Bulgaria.

Refiriéndose al conflicto actual en Lukavac, Warda señaló: “Consideramos de mucha gravedad el incumplimiento del convenio, el no haber incorporado al sindicato al diálogo social, y los problemas salariales. El gobierno de Bosnia-Herzegovina debe corregir estos males impuestos sobre los trabajadores, porque de otra manera llevaremos a otro nivel este conflicto.”