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Irak: No cumplen promesa de poner en libertad a dirigentes sindicales

6 junio, 2011

En Irak, las fuerzas de seguridad mantienen detenido a Jihad Jalil, de 27 años, dirigente del Sindicato de Mecánicos y Trabajadores de Imprenta de la Federación General de Trabajadores de Irak (GFIW), organización afiliada a la ICEM. Jalil y otros tres activistas jóvenes permanecen detenidos en el centro de detención del aeropuerto de Al Muthana desde que los tomaron preso el 27 de marzo cuando iban camino a una protesta en la Plaza Tahrir de Bagdad. (Ver el comunicado de prensa del 30 de mayo de la ICEM, en inglés.) 

Las autoridades iraquíes habían prometido dejar en libertad a los cuatro compañeros dentro de 24 horas, el fin de semana pasado, pero este compromiso nunca se hizo realidad; tampoco se hizo el juicio que se había fijado para el 5 de junio. En una declaración que se publicó ayer, la GFIW decía que no se había permitido a sus familias ni a sus abogados reunirse con los cuatro compañeros en Al Muthana.

Inicialmente, se acusó a los cuatro jóvenes, Jalil y los estudiantes Ahmed Alaa al Baghdaddi, Moyaid Fasil al Taib, y Ali Abdul-Khaliq, de haber incitado a la violencia. Sin embargo, se retiraron esas acusaciones, acusándoles en su defecto de llevar documentos de identidad falsificados.

Las manifestaciones de esta fin de semana en la Plaza Tahrir

La Plaza Tahrir, situada cerca de la Zona Verde en el centro de Baghdad, se ha convertido en el emplazamiento de preferencia para realizar las frecuentes manifestaciones de protesta a favor de los derechos legítimos de los trabajadores, puestos de trabajo, servicios públicos esenciales, y contra la corrupción del gobierno. La ICEM cree que el gobierno de Nouri Al-Maliki ha intensificado la represión contra los sindicatos, contrario a las esperanzas de establecer una sociedad estable, segura y sin peligro por vía de instituciones democráticas como los sindicatos.

La ICEM también denuncia el traslado forzoso de dirigentes sindicales, por el cual se les separa de sus puestos regulares con el único fin de sacarlos de los focos de activismo sindical en las empresas. A fines de mayo, Jamal Abdul-Jabbar Akram, Presidente del Sindicato de Trabajadores Petroleros y del Gas de Kirkuk, organización afiliada a la GFIW, fue víctima de esta política represiva. Se decidió tomar esta medida contra él porque había encabezado una huelga a favor de los trabajadores subcontratados en la empresa del estado Northern Oil Company (NOC).

El Ministerio del Petróleo de Irak le había advertido verbalmente que debía suspender sus actividades sindicales. El 29 de mayo, se emitió una orden del Ministerio para que se le trasladara inmediatamente de su trabajo en una planta petrolera de Kirkuk a un lugar lejano.

En carta del 30 de mayo dirigida al Primer Ministro Al-Maliki de Irak, Manfred Warda, Secretario General de la ICEM, protestó por la represión de libertades democráticas, tanto por la detención de los cuatro manifestantes cerca de la Plaza Tahrir, como por el traslado de Abdul-Jabbar Akram. Warda escribió al respecto: “Al reprimir a los sindicatos, negando a los trabajadores el derecho de participar libremente en reuniones democráticas para beneficio de que beneficiarán su vida laboral, aportando de este modo al fortalecimiento de la sociedad iraquí en su totalidad, da la impresión de que el gobierno está retrocediendo en el tiempo.” (Se puede ver aquí, en inglés, el texto completo de la carta de la ICEM al gobierno de Irak.)