6 febrero, 2012
Al comenzar el año 2012, se han deteriorado todavía más las situaciones de amenaza de muerte que enfrentan los sindicalistas colombianos. Ahora se está amenazando sistemáticamente a los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Energía de Colombia (Sintraelecol), organización afiliada a la ICEM.
Desde el 19 de diciembre, en un período de seis semanas, Marcelino José López Pérez y Danuil Pérez Gómez, dirigentes de Sintraelecol, han logrado eludir tres atentados contra su vida, en la ciudad de Montería, Córdoba, en el norte del país. La única manera de garantizar su seguridad es organizar algún plan para que estos dirigentes salgan del país, ya que ni las autoridades ni la parte patronal ofrecen protección alguna.
La ICEM está haciendo trámites pertinentes para que salgan del país.
Danuil Gómez Perez
También han recibido amenazas de muerte Martín Porto y Walberto Figueroa, otros dirigentes de Sintraelecol que trabajan en Electricaribe, filial de la empresa española de energía Gas Natural. Los cuatro sindicalistas creen que las amenazas y ataques están directamente relacionados con sus actividades sindicales.
En el más reciente atentado, el 1° de febrero, sicarios en moto armados con revólveres se acercaron al vehículo de Marcelino López mientras él visitaba a un compañero de trabajo enfermo en su casa. Afortunadamente para López, no estaba en el coche en el momento del ataque y sus guardaespaldas lograron detener a uno de los matones, llevándolo de inmediato a la policía.
Sintraelecol, como así también la ICEM, han denunciado la demora de las autoridades y de la unidad nacional encargada de la gestión del riesgo de poblaciones vulnerables de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior en cuanto a la evaluación del riesgo que enfrentan sus dirigentes. La investigación se encuentra todavía en la etapa de evaluación.
Sin embargo, ni siquiera guardaespaldas a tiempo completo pueden garantizar la seguridad de los dirigentes de Sintraelecol. La ICEM ha decidido usar otras vías para asegurar que no se produzcan asesinatos. La administración local no ha trasladado a Bogotá a Marcelino López ni a Danuil Gómez para salvaguardar su seguridad personal, a pesar de que por contrato tiene la obligación de hacerlo en estas circunstancias.
Ver, en español, un conmovedor documental sobre las consecuencias de la cultura de impunes asesinatos acaecidos en Colombia.