21 noviembre, 2011
La Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (FITTVC) ha censurado fuertemente la brutal campaña realizada por las empresas contra los trabajadores/as y sindicatos en Faisalbad, Pakistán.
En conversación registrada en Bruselas, Klaus Priegnitz, Secretario General de la FITTVC, señaló al respecto: “En julio de este año, los trabajadores y trabajadoras de Faisalabad se vieron obligados a declarar una huelga para lograr un aumento salarial del 17% que fuera aprobado por el gobierno, pero que las empresas se negaron a pagar. Más de 100.000 trabajadores declararon la huelga en Faisalabad y en zonas vecinas.
“Las empresas respondieron con una brutal campaña de violencia e intimidación, tratando de silenciar a los trabajadores, negándoles sus derechos fundamentales. Como parte de esa campaña, los trabajadores han sido atacados por bandas armadas contratadas por los dueños de las fábricas: algunos trabajadores han resultado heridos a bala y otros salvajemente golpeados.”
Khalid Mahmood, Director de la Fundación de Educación Sindical destacó el salvajismo con que han sido atacados los trabajadores. “Los empresarios y sus secuaces recurrieron a la violencia, tirando piedras y ladrillos contra la marcha pacífica de trabajadores, desde un lado de la manifestación, en tanto desde el otro lado la policía hizo uso de gas lacrimógeno contra los trabajadores. Veinticinco trabajadores resultaron heridos, entre ellos el Sr. Tahir Rana, presidente del distrito de Faisalabad del LQM, quien fue críticamente lesionado. Además, unos 100 trabajadores fueron detenidos.”
Priegnitz, de la FITTVC, señaló además: “Ahora, esta campaña despiadada de las empresas ha producido un fallo de la Corte contra el Terrorismo, condenando a seis dirigentes sindicales del Movimiento Sindical Qaumi (LQM) a un total de 490 años de cárcel, con acusaciones falsas. La participación de la policía y del poder judicial en este proceso demuestra que los organismos del estado de Pakistán están trabajando activamente con las empresas para ayudar en la negación de los derechos humanos fundamentales.”
Finalmente, Priegnitz hizo un llamado para “poner en libertad inmediatamente a los dirigentes sindicales, y respetar el derechos de sindicalización y negociación colectiva de los trabajadores.”