12 diciembre, 2010
El 19 de noviembre, en una interpelación o medida para proceder a una moción de censura contra el gobierno, el Parlamento de Finlandia votó en favor de cuestionar al gobierno en forma enérgica respecto a las iniciativas para garantizar el trabajo permanente a tiempo completo. Los legisladores de todos los partidos políticos, de izquierda a derecha, votaron 105 contra 67, cuestionando las políticas gubernamentales de creación de empleo, en una votación sobre una moción de censura cuya finalidad fue la de reducir el deterioro económico.
La votación señalada fue muy importante, debido a que logró el apoyo de miembros de diferentes partidos, y hubo poca resistencia por parte de las empresas. También prepara la vía para introducir, el próximo año, enmiendas más favorables para los trabajadores en la ley de Finlandia sobre las obligaciones y responsabilidad de contratistas cuando se subcontrata el trabajo.
La interpelación, que fuera presentada por Paavo Arhinmäki, líder de la Alianza de Izquierda, contó con el apoyo de muchos parlamentarios del partido de gobierno de centro derecha, y probablemente la misma puede dar por resultado una legislación que sobrepase los requerimientos de la Directiva de la Unión Europea sobre Empresas de Trabajo Temporal. Por otra parte, es probable que la nueva legislación de Finlandia limite el uso de contratos a plazo fijo por parte de los empleadores, impidiendo que los empleadores contraten personal temporal repetidas veces, cuando necesitan una fuerza de trabajo permanente.
Un dirigente sindical de este país dijo que la falta de resistencia a la interpelación por parte de las empresas indicaba claramente que las empresas reconocen que la productividad es mejor, y la sociedad finlandesa en general se beneficia cuando la norma es el empleo a tiempo completo.
Antes que se diera el voto de interpelación el mes pasado, la Organización Central de Sindicatos de Finlandia (SAK) había publicado una lista de 25 propuestas que deberían figurar en la legislación para parar el deterioro económico. Entre estas propuestas, figuraba la de otorgar a los sindicatos del país más poder para hacer cumplir, por medio de tribunales y otras instituciones, las malas prácticas laborales.