31 mayo, 2010
Después de negociaciones que se han extendido durante 168 días, la administración de la refinería de Pampilla, en el distrito de Ventanilla, al extremo occidental de la capital Lima, sigue negándose a realizar de buena fe las negociaciones.
Dicha refinería es filial de la multinacional española Repsol. Con una producción de 102.000 barriles diarios, La Pampilla es responsable de más de la mitad de la capacidad productiva del Perú.
Fenupetrol, el sindicato de los trabajadores petroleros del Perú, ha encontrado que Repsol se comporta de manera muy diferente de la imagen que proyecta, de ser una empresa de altos principios morales, que estima mucho la responsabilidad social corporativa.
Moisés Ochoa, Secretario Nacional de Relaciones Internacionales de Fenupetrol, ha informado que, en vista de que, desde que se iniciaran las negociaciones el 15 de diciembre de 2009, la administración no ha hecho ninguna oferta razonable al comité de negociación, el sindicato ha solicitado arbitraje legal en las negociaciones.
En vista de los grandes beneficios que la empresa ha logrado recientemente, y después de cinco años sin aumentar el sueldo de los trabajadores, al iniciarse la segunda etapa de las negociaciones colectivas en la empresa, Fenupetrol ha vuelto a insistir en sus reivindicaciones. En la actualidad, los trabajadores de Pampilla ganan un 33% menos que los trabajadores petroleros de otras partes del país, por ejemplo en Petroperú. Ahora el comité de negociación está exigiendo un aumento del 25-30% del sueldo base, mejoramientos de la prima por beneficios y de la prima por trabajo de turnos, además de un aumento del subsidio alimenticio de los trabajadores.
La ICEM ha hecho un llamado a Repsol y a la administración local de Pampilla para que realicen las negociaciones de buena fe, remediando las deficiencias salariales que se han producido en los últimos cinco años.