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Explosión en mina de cobre de Chile en 2010 demuestra fallos de regulación

9 mayo, 2011

En un informe de la ICEM, que fuera publicado aquí en noviembre de 2010, se explicaba cómo mineros sin experiencia ni adiestramiento habían detonado explosivos en su primer día de trabajo en el interior de la mina de cobre Los Reyes en el norte de Chile, a consecuencia de lo cual fallecieron 2 personas. Este incidente se produjo solamente tres semanas después del conocidísimo rescate de 33 mineros de cobre, y a solamente 70 kilómetros de la mina de San José en la Región III de Chile.

Ahora se ha sabido de algunos alarmantes hechos gracias a revelaciones publicadas en el periódico El Mercurio sobre las prácticas de seguridad minera en Chile. Tal como se había informado originalmente, el dueño de la empresa, que es de nacionalidad mejicana, llamado Germán Zayas Bazán, huyó de Chile; seis horas después de haberse producido la explosión del 8 de noviembre, salió del país por vía aérea, aterrizando en Buenos Aires, Argentina.

Germán Bazán se encontraba en Chile con visa de turista. Se desconoce su paradero actual, y el gobierno de Chile no ha intentado extraditarlo, según se dice porque todavía se está investigando dicho accidente minero.

Lo que se sabe es que el 15 de septiembre de 2010, el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) mandó a suspender las actividades en la mina. Sin embargo, de alguna manera, Bazán logró convencer a las autoridades locales a anular esa orden. Al mismo tiempo, Bazán ponía avisos públicos en Copiapó y en otras localidades, solicitando personal para trabajar largos turnos por un alto sueldo, sin necesidad de calificación alguna.

El accidente fatal se produjo en el primer día de trabajo de tres trabajadores, de 37, 26 y 21 años, que se encontraban en el interior de la mina. Ninguno de ellos tenía licencia para manipular dinamita, y la mina no contaba con teléfono fijo. El Mercurio informó que después de la explosión, Bazán llevó al hospital al trabajador de 21 años, que perdió un ojo debido al impacto de una roca que explotó, y que luego del accidente Bazán huyó al aeropuerto de Copiapó.

En vista de los problemas de seguridad que abundan en el sector minero de Chile, fue despedido el inspector de SERNAGEOMIN encargado de supervisar el cierre oficial de la mina, seguido de la renuncia del director regional. Todavía no se sabe cómo Bazán logró un contrato para vender cobre y otros metales a la Empresa Nacional de Minería (Enami), empresa del estado que procesa y vende metales.

Además del asunto de Los Reyes, SERNAGEOMIN ha reconocido que solamente un 7%, o 27 de las 394 minas de la pequeña minería de la II Región realizan sus operaciones en forma legal. En Chile actualmente, se encuentra en vías de preparación un corpus legislativo destinado para reestructurar SERNAGEOMIN. Parte del proyecto de ley establecería una nueva entidad de regulación minera que se encargaría de supervisar planes de exploración y desarrollo de las minas. La nueva entidad de regulación supervisará también la seguridad minera.

En enero, el Ministerio de Minería y Energía de Chile aprobó un aumento del 62% del financiamiento de dicha agencia, por lo cual se cree que aumentará de 18 a 45 el número de inspectores de seguridad minera del país. Sin embargo, como el país cuenta con más de 4.000 operaciones mineras, de todas maneras este número es muy insuficiente, aunque todavía es demasiado temprano para poder determinar cuáles serán las consecuencias de los cambios que se van a introducir en la nueva legislación propuesta.