5 diciembre, 2011
Con el convenio logrado con Boeing la semana pasada, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores del Aeroespacio (IAM), sindicato con sede en EE.UU., dio pruebas fehacientes de que la negociación colectiva tiene valor añadido. Sin duda, los trabajadores de Boeing en South Carolina tomaron en cuenta los avances en materia de sueldos, pensiones de jubilación y seguridad en los puestos de trabajo que ahora han logrado 28.000 trabajadores de fabricación de aviones, principalmente en el estado de Washington.
En los estados de Washington, Oregon y Kansas de EE.UU., el Distrito 751 de la IAM logró, diez meses antes de lo previsto, un convenio colectivo con Boeing que no sólo otorga a los maquinistas mejor estabilidad laboral y de vida, sino también reduce la tirantez política que amenazaba la integridad de la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRB) de EE.UU., más que en ningún momento de los 76 años de la historia de esa agencia gubernamental.
Este convenio de la IAM ofrece muchas ventajas a los trabajadores, y contará con aceptación generalizada cuando los trabajadores voten al respecto el 7 de diciembre, permitiendo a la IAM retirar un grave reclamo por discriminación que presentara la NLRB contra Boeing por declaraciones públicas de la empresa al inaugurar este año una cadena de montaje del avión Dreamliner 787, en North Charleston, South Carolina.
La NLRB decidió que Boeing había violado el código del trabajo de EE.UU. al declarar descaradamente sus prejuicios antisindicales en ocasión de la inauguración de una fábrica en South Carolina, donde predominan las políticas antisindicales. Esa medida tomada por Boeing desencadenó una enfermiza campaña llevada por políticos del Partido Republicano, tanto a nivel nacional como en South Carolina, que se transformó en nada menos que una caza de brujas cuya finalidad era destruir la NLRB como agencia rectora de la legislación laboral de EE.UU.
Con el convenio logrado por la IAM, se pone punto final a ese debate, y debe comenzar un nuevo diálogo sobre las ventajas y principios de un convenio colectivo, especialmente para los trabajadores de Boeing en South Carolina, que en estos momentos no cuentan con ningún convenio colectivo, y que, a medida que se vaya intensificando la producción del Dreamliner 787, de 1.500 aumentarán a 5.000 trabajadores.
Tom Wroblewski, Presidente del Distrito 751 de la Región del Pacífico Noroccidental de la IAM, señaló que al alcanzar anticipadamente este convenio, “se asegurarán miles de puestos de trabajo, aumentando a la vez los sueldos y pensiones de jubilación de los maquinistas.” Con este convenio, se conservan los puestos de trabajo al garantizar que Boeing va a fabricar los aviones 737, 747-8, y aviones de transporte militar y de reabastecimiento de EE.UU., en plantas con representación de la IAM en Washington y Oregon.
Tom Wroblewski, Presidente del Distrito 751
Al recomendar a los 28.000 trabajadores especializados la prolongación del convenio por cuatro años, el Distrito 751 de la IAM señaló lo siguiente a sus miembros afiliados: “Lo que se ha conseguido es que Boeing se ha comprometido, de manera sin precedentes, a usar Puget Sound y Portland en el 737 MAX y fabricación semejante que se realiza aquí. Esto generará seguridad a largo plazo para nuestros miembros. También dio por resultado que Boeing se comprometiera con el éxito y continuación de otros programas de producción de aviones donde nuestros miembros han demostrado una y otra vez sus conocimientos especializados, productividad y alta calidad, dando por resultado mayores beneficios para la empresa.”
El convenio logrado exige aumentos salariales de un 2% anual, y una prima de ratificación de US$5,000, como así también cláusulas de revisión por el costo de la vida durante esos cuatro años. Incluye, además, mejoramientos de las pensiones de jubilación que aumentarán en US$91 los beneficios mensuales de las pensiones durante la vigencia del convenio.
Por otra parte, y quizá lo más significativo, y especialmente importante para los trabajadores recién contratados por Boeing en South Carolina, la IAM logró, por medio de las negociaciones, garantías de los puestos de trabajo y derechos laborales en un nivel máximo de prestaciones para todos los empleados futuros de Boeing.
La IAM y Boeing acordaron continuar el diálogo por vía de comités bilaterales establecidos para estudiar oportunidades y conflictos futuros. Rich Michalski, Vicepresidente de la IAM, señaló que preveía que esta “política y estos comités podrán ser orientados para lograr nuevas relaciones laborales a futuro.”
La principal planta de producción de Puget Sound de Boeing, situada en Renton, Washington, es la fábrica de aviones que más tiempo de producción lleva en el mundo, y el nuevo convenio colectivo garantizará por dos décadas más, en esta zona, el trabajo de producción del 737 y componentes relacionados.
A raíz del traslado de la Boeing a South Carolina, y la demanda de la NLRB por incumplimiento de la legislación laboral, los legisladores Republicanos dieron inicio a una retórica indecorosa, tanto contra los sindicatos estadounidenses, como contra el marco de regulación que rige las relaciones entre los trabajadores y la administración de empresas.
En septiembre, la Cámara de Representantes de EE.UU., donde domina el Partido Republicano, aprobó la reaccionaria “Ley para proteger los puestos de trabajo contra interferencia del gobierno”, que, si se promulgara, le quitaría fondos a la NLRB, quitando las atribuciones que todavía le quedan a esa agencia. En efecto, el convenio colectivo de la IAM impide que se presente ante el Senado de EE.UU. esta ley draconiana.