14 febrero, 2011
La semana pasada, progresó significativamente la campaña que se realiza en Corea en favor de plenos derechos laborales para trabajadores subcontratados. Un fallo de la Corte Suprema de Seúl en contra de Hyundai Motor, a favor de un trabajador subcontratado que fuera despedido fue calificado como punto histórico de referencia para quienes se interesan en este asunto de interés crítico a nivel mundial.
Se trata de un caso que fue sujeto a revisión, cuyo fallo fue anulado, y que entonces fue remitido a la Corte Superior de Seúl por la Corte Suprema de Corea, se declaró que Choe Byeong-seung, de 35 años, había sido empleado directo de Hyundai mientras trabajaba en su complejo manufacturero en Ulsan entre 2003 y 2005.
Al pronunciar el veredicto el 10 de febrero, la Corte Superior señaló que Choe “había realizado sus labores entre trabajadores regulares colocados en ambos lados de la cinta transportadora, y Hyundai Motor tomaba las decisiones respecto a la carga de trabajo, los métodos, la secuencia, etcétera.”
Después de haberse emitido dicho fallo, el Sindicato de Trabajadores Irregulares de Hyundai, y su sindicato principal, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Corea (KMWU), realizaron una conferencia de prensa ante la sede de Hyundai en Seúl. Su mensaje es que la empresa fabricante de automóviles, quinta del mundo en términos de magnitud, debe entender este veredicto como señal de la necesidad de incorporar al empleo directo a todos los trabajadores subcontratados.
Hyundai emplea a aproximadamente 34.500 trabajadores en sus plantas de Corea, siendo casi de un cuarta parte de ellos trabajadores irregulares. Choe, por ejemplo, fue contratado por la empresa fabricante de automóviles a través de una agencia de trabajo, pero demandó a Hyundai, no a la agencia, para que se le restituyeran sus derechos laborales. Fue despedido, supuestamente, por ejercer su derecho a pertenecer a un sindicato.
La semana pasada, la empresa criticó el fallo, informando que apelará en la Corte Suprema contra el fallo de la Corte Superior, indicado que incluso podría presentar una Petición Constitucional.
El aprieto que enfrentan los trabajadores irregulares vuelve a ser un asunto polémico en la política coreana. Todos los partidos políticos están comprometidos en este asunto, e incluso un miembro principal del Gran Partido Nacional, actualmente en el gobierno, declaró que es “hipocresía hablar de cuestiones de bienestar social si no se toma en cuenta el problema de los trabajadores irregulares.” El 27 de enero, los partidos de oposición, el Partido Laborista Democrático (DLP) y el Partido de Participación Popular (PPA), debatieron, por primera vez en un foro público, la cuestión del empleo irregular.
Por otra parte, el asunto es urgente también en gran medida debido a la huelga de brazos caídos que se llevó a cabo durante 25 días en Ulsan en noviembre y diciembre del año pasado, así como también las movilizaciones de trabajadores no regulares en plantas de Hyundai en Asan y Jeonju durante el mismo período. La huelga en Ulsan llamó la atención mundial, al revelar con mucha claridad cómo un fabricante de importancia mundial se aprovechaba de servilismo en un país miembro de la OCDE.
Tampoco es que Hyundai sea el único fabricante coreano de equipos que explota a trabajadores precarios. El Sindicato de Trabajadores Irregulares de GM Daewoo, seccional del KMWU en Incheon City lleva casi cuatro años luchando e favor de derechos de tiempo completo. A pesar de las solicitudes presentadas por el gobierno local y por la sociedad civil para que GM Daewoo Auto & Technology Co. inicie las conversaciones con el sindicato sobre el uso indebido de trabajadores irregulares, la compañía se ha negado a hacerlo, aduciendo que no tiene responsabilidad porque no es su empleador oficial.
En diciembre, los trabajadores realizaron una toma de un arco de entrada en la fábrica, y más adelante ese mismo mes, Sin Hyeon-chang, Presidente de la seccional, se declaró en huelga de hambre.