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Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer

28 febrero, 2011

La 55a sesión de la Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer se está realizando en la sede de la ONU en Nueva York. Esta reunión anual de la Comisión se realiza desde el 22 de febrero al 4 de marzo, y cuenta con la participación de unas 2.000 delegadas provenientes de 27 países diferentes. En el día de la inauguración, se dirigió a la asamblea la ex Presidenta de Chile y actual Secretaria General Adjunta de ONU Mujeres, Michele Bachelet.

Participan en esta Conferencia anual casi 200 mujeres sindicalistas, cuyo tema central este año es el acceso y la participación de niñas y mujeres en educación, capacitación, ciencia, y tecnología.

Las mujeres sindicalistas, con sus diferentes estandartes sindicales, y en coordinación con la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Internacional de la Educación (IE), y la Internacional de Servicios Públicos (ISP), también aprovecharon los días de la inauguración de la Conferencia para unirse a los sindicalistas del área de Nueva York en las oficinas de Fox News en Manhattan para protestar por los ataques legislativos contra los derechos de negociación colectiva del sector público en el estado de Wisconsin. “Somos Wisconsin” fue el lema que gritaron los manifestantes en forma unida ante los estudios de televisión de la empresa portavoz de la derecha norteamericana.

Michele Bachelet

En la 55ª reunión de la mencionada Comisión de la ONU, las mujeres sindicalistas hicieron un llamado a favor de la aprobación de un Convenio sobre Trabajadores/as Domésticos/as. Dicho Convenio se va a estudiar en el mes de junio de este año, en la 100ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT. Jan Eastman, Secretaria General Adjunta de la OIT hizo una declaración al respecto en una sesión plenaria, en la que hizo un llamado para ofrecer “a las niñas y mujeres oportunidades completas para educación y capacitación… que conlleven a empleo productivo y trabajo decente.”

Este año, se fusionarán cuatro instituciones de la ONU relacionadas con el género en la Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, creando una sola, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres. Bachelet dijo en sus palabras de apertura que dicha entidad “tiene un mandato único y claro para ayudar a asegurar buenas relaciones” entre los países miembros y las actividades de la ONU, con el fin de superar los desequilibrios de género.

Bachelet advirtió que no se debe postergar las medidas a favor del empoderamiento de la mujer a causa de la crisis mundial de los puestos de trabajo, diciendo que los avances al respecto han sido, hasta la fecha, “frágiles y poco uniformes”.

Sindicalistas canadienses rodean a Rona Ambrose

photo: Programas de CAW sobre la Mujer, Canadá

Bachelet dijo: “Estando nosotras reunidas aquí hoy, hay todavía demasiadas mujeres, niñas y niños en el mundo que son víctimas del tráfico de personas, demasiadas empleadas domésticas que dejaron a sus familias para vivir en nuevos lugares, sin leyes o políticas laborales que las protejan; demasiadas niñas forzadas a abandonar sus estudios y a casarse demasiado pronto; hay demasiadas mujeres y niñas que están sin acceso a servicios básicos. Alrededor del mundo hay demasiadas pocas mujeres sentadas en las mesas donde se toman decisiones sobre paz, comercio o cambio climático.”

Las sindicalistas canadienses que asistieron a la sesión de la Comisión tuvieron oportunidad para cuestionar a Rona Ambrose, Ministra de Obras Públicas y Servicios Gubernamentales, y Ministra para la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Canadá. Ella se dirigió a la Comisión el día 24 de febrero. Los representantes sindicales cuestionaron al gobierno canadiense por su falta de acción y falta de una fuerte campaña pública sobre las 800 mujeres canadienses que son muertas por hombres, sobre la falta de rigurosidad de la legislación sobre el registro de armas, lo cual promueve la violencia, y el mal uso de fondos federales para programa y trabajo para investigar la desaparición y asesinato de mujeres indígenas.