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Colombia: otra explosión minera, con 5 víctimas más

14 febrero, 2011

Otra explosión de gas metano se registró en una mina de carbón de Colombia, donde murieron cinco trabajadores, y uno gravemente herido. Esta vez ocurrió el 1 de febrero en la mina de carbón semilegal La Escondida, situada en el departamento de Cundinamarca, en una comunidad llamada Sutatausa, 100 kilómetros al norte de Bogotá.

El accidente anterior se produjo hace solamente dos semanas, cuando 25 mineros murieron a una profundidad de 600 metros en la mina de carbón La Preciosa Ltda., situada en el Departamento Norte de Santander. Esa tragedia del 26 de enero representa, en términos de gravedad, el segundo desastre minero que se ha producido en Colombia en menos de un año, después de la explosión de la mina San Fernando, que ocurrió el 16 de junio de 2010, donde 73 fallecieron el estado noroccidental de Colombia.

Después de las muertes de mineros que se produjeron recientemente, tanto el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como el Ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega, reconocieron que el Instituto de Geología y Minería (Ingeominas) carece de recursos suficientes para supervisar las condiciones de seguridad de la actividad minera y el cumplimiento de normas correspondientes en la industria minera del país, que está en vías de rápida expansión.

Ingeominas cuenta con 17 inspectores para supervisar aproximadamente 6.000 minas que están actualmente autorizadas. Aproximadamente un 19 % son operaciones de carbón, y la inmensa mayoría son minas subterráneas administradas por empresas medianas y pequeñas. La ICEM señala que Colombia cuenta con muchas minas que operan en forma ilegal, estimándose que de cada 100 empresas mineras, 51 operan en forma ilegal.

La mina La Escondida está situada en una zona llamada Peñas de Boquerón, en el departamento central de Cundinamarca, y realizaba sus operaciones con un permiso temporal concedido por Ingeominas. Un día antes de la tragedia, los mineros se habían quejado de que el sistema de ventilación no estaba funcionando adecuadamente y que estaban aumentando los niveles de gas.

La explosión de la mina San Fernando que se produjo en junio de 2010 fue el peor accidente minero que se ha registrado en Colombia en 30 años. Una investigación inicial encontró fallos en las normas actuales de seguridad, defectos de sistemas de control y detección, falta de entrenamiento y capacitación, y el uso, dentro de la mina, de explosivos que los mineros no conocían.

La lista fue aun más larga, y todos los factores que contribuyeron a la tragedia, se dijo, pudieron ser evitados. Las normas de seguridad subterránea en minas de Colombia son regidas por el Decreto 1335 de 1987, que es un anticuado código de regulación que es fácilmente violado por empresas pequeñas y medianas. El problema se complica por el hecho de que Ingeominas ha apresurado demasiado el otorgamiento de licencias que autorizan la realización de faenas mineras, sin contar con la cultura correcta de seguridad, ni con equipos de seguridad.

Colombia se ha convertido en el quinto país exportador de carbón del mundo, tras Australia, Rusia, Sudáfrica, e Indonesia. Se ha informado que hay 5.800 nuevas minas en diversas etapas de exploración y desarrollo y que a menos que el gobierno modernice su estructura interna de seguridad minera, adoptando normas internacionales de seguridad minera tales como se expresan en el Convenio 176 de la OIT, es seguro que van a producirse nuevas tragedias.