Jump to main content
IndustriALL logotype
Article placeholder image

Colombia: Asesinan a dirigente de trabajadores subcontratados

10 octubre, 2011

La Federación Internacional de Sindicatos de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM) manifestó su indignación, calificando de atrocidad el asesinato a sangre fría, ocurrido el 26 de septiembre pasado, cuando un trabajador subcontratado que trabajaba con la Unión Sindical Obrera (USO), organización afiliada a la ICEM, en la campaña para dar plenos derechos sindicales a los trabajadores temporales de Ecopetrol en Barrancabermeja, donde se halla un complejo de refinación y petroquímica, en el departamento de Santander.

Isidro Rivera Barrera, de 45 años, se hallaba en Barrancabermeja, frente a su casa, reparando una lavadora, cuando un hombre armado saltó de una motocicleta y le disparó tres veces a quemarropa. El asesino y su cómplice escaparon a toda velocidad en la motocicleta de gran potencia que conducían.

En un comunicado de prensa sobre el asesinato, Manfred Warda, Secretario General de la ICEM, dijo al respecto: "Este acto cobarde otra vez nos recuerda que Colombia es un país de peligro mortal para aquellos que ejercen la libertad de asociación y derecho de libre expresión. Reiteramos el llamado de nuestra afiliada sindical, la USO, pidiendo que la fiscalía pública de Colombia utilice todos los medios a su alcance para detener y procesar a los criminales y autores intelectuales de este crimen atroz."

La ICEM también ha pedido a la empresa Ecopetrol, a su contratista principal en Barrancabermeja, Foster Wheeler AG, y a las demás empresas subcontratistas, que garanticen seguridad para todos los trabajadores de la industria petrolera en esa ciudad. La ICEM también instó a los propietarios de Ecopetrol (que es 90% propiedad del estado) y sus contratistas para crear un clima de trabajo donde la libertad de asociación y el derecho de afiliación sindical y de negociación colectiva se consideren como garantías de las libertades civiles.

Isidro Rivera recibió dos disparos en el hombro y otro en la garganta. Murió pocos minutos después de los disparos, desplomándose sobre una silla donde estaba trabajando y a la vista de vecinos que acudieron al oír los disparos. Isidro Rivera era miembro de un sindicato reconocido por Ecopetrol, desde donde trataba de difundir el mensaje sindical a los trabajadores petroleros subcontratados de las plantas más importantes del sector de explotación petrolera y petroquímica. Le sobreviven tres hijos.