15 agosto, 2011
La Confederación Nacional de los Metalúrgicos (CNM), organización afiliada a la central sindical CUT, y a nivel internacional a la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), está movilizando a los trabajadores para realizar una campaña sobre los sueldos de 2011. La federación de trabajadores metalúrgicos, que cuenta con un millón de miembros afiliados, representa a un 50% de los trabajadores metalúrgicos del Brasil, y ahora está presionando para lograr introducir en los convenios colectivos del sector los aumentos salariales que merecen.
En algunas regiones se han logrado avances positivos, mientras que en otras partes continúan las negociaciones, antes del plazo que vence el 1° de septiembre.
El 21 de julio, se activó la campaña en el estado de São Paulo, con el fin de solicitar aumento salarial, cuando 2.000 sindicalistas de 14 sindicatos realizaron una manifestación frente a las oficinas de la Federación Industrial de São Paulo (FIESP). En esta ocasión, Paulo Cayres, Presidente de la CNM/CUT se dirigió a los presentes, junto con los presidentes de los 14 sindicatos, que representan a 250.000 trabajadores de ese estado.
Entre las reivindicaciones sindicales figura la prolongación del permiso de maternidad de 120 a 180 días. Otras exigencias son el aumento automático de los sueldos de acuerdo con la inflación, aumentos salariales, un mejor sueldo vital mínimo, libertad de sindicalización en todos los lugares de trabajo, y reducción de la semana laboral a 40 horas, sin rebajas salariales.
El 29 de julio, las peticiones fueron entregadas a la Federación Industrial de Minas Gerais.
Los trabajadores metalúrgicos de Sapiranga, en el sur del Brasil, acordaron un aumento salarial del 8% y un aumento del 10% del sueldo mínimo, además de mejoramientos considerables de prestaciones sociales, incluyendo educación, cuidado de los niños, y pensiones de jubilación.
Paulo Cayres, Presidente de la CNM/CUT
El martes pasado, en São Bernardo, en la región ABC, los trabajadores rechazaron la oferta de la administración, y publicaron una advertencia que podrían declarar una huelga.
Los trabajadores metalúrgicos de Itu, Porto Feliz, Boituva, y Cabreúva, 100 kilómetros al oeste de São Paulo, estaban organizando frentes unidos en las plantas del 3 al 10 de agosto, antes de realizar difíciles negociaciones con la administración.
Unidos en la lucha por un aumento salarial justo, la semana pasada los trabajadores de la ciudad sureña de São Leopoldo suspendieron la producción en dos grandes empresas de la zona. Por la mañana del día jueves 11 de agosto, los sindicalistas, tomados del brazo en las puertas de Rossi y Taurus 05, paralizaron las faenas durante cuatro horas. El miércoles 10 de agosto, se produjo una escena semejante en una planta vecina de Inpel, donde los trabajadores paralizaron sus labores por una hora y media, con gran participación del personal.