18 octubre, 2010
Las negociaciones que se realizaron del 11 al 12 de octubre entre el sindicato local 7-699 de los United Steelworkers Local 7-699 y Honeywell Inc. No lograron resolver el cierre patronal impuesto por la empresa contra 228 sindicalistas en una planta de transformación del uranio en EE.UU. Como no se logró resolver el cierre patronal, que ya lleva 17 semanas, en Metropolis, Illinois, trabajadores rompehuelgas seguirán mezclando productos químicos peligrosos en un proceso en que se muele el concentrado de uranio para crear hexafluoro de uranio (UF6), que luego se vende a las plantas de enriquecimiento nuclear.
Las conversaciones de la semana pasada constituyeron el tercer conjunto de negociaciones bilaterales que se vienen realizando desde el inicio del cierre, que comenzó el 28 de junio. En el primer día se logró avanzar respecto a uno de los problemas más importantes, el seguro de salud y de jubilados, pero el 12 de octubre fracasaron las conversaciones al abordar los temas de beneficios para jubilación y ante la insistencia de Honeywell de crear un sistema de pensiones de jubilación en dos niveles. Es posible que se reanuden las conversaciones en el transcursote las próximas semanas.
Otras cuestiones sobre las cuales hay desacuerdo entre el USW y Honeywell son la insistencia de la transnacional de lograr derechos amplios de subcontratación, debilitamiento de los derechos de antigüedad de los trabajadores, y la jornada de trabajo. La empresa ofrece un aumento salarial del 3%, pero sus otras exigencias son tan perjudiciales para los intereses de los trabajadores que el sindicato ha respondido aceptando la congelación de sueldos y continuación de los derechos que existen actualmente.
Hogar de Superman es un lugar peligroso en términos de la seguridad nuclear de EE.UU.
Honeywell, junto con sus contratistas el Shaw Group, ha usado su influencia política en EE.UU. para lograr certificación de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) que permite emplear a 200 trabajadores de reemplazo para realizar trabajos peligrosos en la cadena de suministro de productos para la energía nuclear.
Aunque inicialmente Honeywell había señalado al sindicato local 7-699 del USW que suspendería las operaciones de la planta durante el cierre patronal, en el mes de julio la empresa empezó a contratar trabajadores amarillos facilitados por el Shaw Group para trabajar en la planta de transformación del uranio; para esto, trasladó a Metropolis a supervisores de Honeywell provenientes de otras zonas. El 3 de septiembre, la NRC dio su aprobación para que Honeywell reiniciara las últimas dos etapas del proceso de transformación, que consta de cuatro etapas en total.
El 5 de septiembre, la ciudad de Metropolis, situada en el sur de Illinois en el Río Ohio, fue sacudida por una fuerte explosión que fue escuchada a una distancia de dos kilómetros. En el interior de la planta, el hidrógeno que se había acumulado reaccionó con el gas de fluoro durante un proceso de venteo, lo cual fue causa de la explosión. Inspectores de la NRC estaban en la planta en ese momento; policías de la localidad acudieron al lugar. Un portavoz de la NRC dijo que se había producido el accidente en un área de las operaciones no reglamentada, lo cual significa que estaba distante de la zona en que se maneja el concentrado de uranio. Honeywell y la NRC publicaron una declaración conjunta en la cual señalan que no se habían dañado las instalaciones, y no hubo heridos.
La planta de Honeywell en Metropolis es la única planta de transformación de uranio de esta naturaleza en EE.UU.; recibe el concentrado de uranio de Canadá, Rusia y Australia, transformándolo en UF6 en el proceso de cuatro etapas. Dicho proceso incluye la preparación de “sal verde”, hasta fluoridización y destilación mineral, antes de congelarlo y transportarlo a plantas de enriquecimiento nuclear en las plantas estadounidenses de Portsmouth, Ohio, y Paducah, Kentucky, además de plantas de Rusia y de algunos países asiáticos.
Un informe anterior que publicara la ICEM sobre este cierre patronal se puede ver aquí.