29 noviembre, 2010
El viernes, 26 de noviembre, Manuel Muñoz, Presidente del Sindicato de Trabajadores de la mina de cobre de Collahuasi, en la Región I del norte de Chile, informó a la ICEM que está alcanzando un punto crítico la huelga de los trabajadores del cobre, que ya lleva 24 días. Existe una gran probabilidad de que estalle violencia masiva debido a las tácticas de amenazas y brutalidad usadas por la policía local de Iquique, controlada por la empresa, y también por la policía federal.
La empresa en cuestión se llama Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, una de las más importantes empresas productoras de cobre del mundo, propiedad de Xstrata y AngloAmerican, con una parte más pequeña perteneciente a Mitsui & Co del Japón. La amenaza implícita de violencia cierne sobre las pacíficas manifestaciones que se realizan diariamente en la ciudad de Iquique, a 185 kilómetros de las minas de cobre a cielo abierto de Collahuasi.
Lo que irrita al Sindicato de los Trabajadores de Collahuasi son los intentos de parte de la empresa de romper la huelga, ofreciendo a mineros individuales una prima especial y aumento salarial – que sobrepasa lo que ha ofrecido al sindicato – para que abandonen la huelga y vuelvan a trabajar. En Chile, la legislación laboral permite que los trabajadores abandonen una huelga y vuelvan al trabajo después de 15 días de huelga, sin que el sindicato imponga represalias. Si más del 50% de la fuerza de trabajo lo hace así, se puede legalmente poner fin a la huelga.
Muñoz informó a la ICEM que a primeras horas del día viernes, 100 de los 1.551 mineros habían aceptado la oferta, desvinculándose de la huelga, a pesar de que la semana pasada un fallo de un tribunal había dictaminado que tal acción era ilegal. La empresa de Collahuasi ha hecho más tensas las relaciones al abordar directamente a los familiares de los mineros, obligándoles a convencer a los maridos y padres abandonar la huelga.
Falta mucho para que Collahuasi alcance el 50% señalado, y la estrategia usada por la compañía para romper la huelga se ve reflejada por el hecho que ha extendido el plazo para que trabajadores individuales acepten la oferta con aumento de sueldo. Hace diez días atrás, la empresa minera del cobre señaló que la fecha tope para que los huelguistas acepten una bonificación de 14 millones de pesos (US$28.733) y un aumento de sueldo de 16,3% durante 42 meses era medianoche del 23 de noviembre.
Sin embargo, aún después de haber señalado temprano el día 23 de noviembre que no iba a extender el plazo, algunas horas después la administración de Collahuasi hizo lo contrario, extendiendo el plazo hasta medianoche del 26 de noviembre.
Más que por las medidas que está tomando Collahuasi para romper la huelga, Muñoz está preocupado por la policía y los matones rompehuelgas que se ponen de parte de la empresa, provocando violencia.
“Estamos en un estado de ansiedad porque podrán responder con violencia a nuestra estrategia de realizar protestas pacíficas”, acotó. “Nuestros miembros se sienten frustrados debido a las tácticas utilizadas por la empresa, incluyendo el amedrentamiento de las familias, lo cual no ha ayudado la situación.”
El sindicato ha intentado reanudar las negociaciones, haciendo un llamado directamente al Ministro del Trabajo de Chile, y con la oferta del Obispo Marco Antonio Órdenes de mediar en este acérrimo conflicto de los mineros del cobre. La empresa de Collahuasi ha rechazado la oferta del Obispo, en tanto el Ministerio del Trabajo señaló al sindicato que había cumplido con su deber legal al ofrecer servicios de mediación una vez que las partes llegaran a un punto muerto.
Hubo un pequeño rayo de luz el día 25 de noviembre, cuando Marcela Díaz Méndez, juez del Juzgado de Letras del Trabajo de Iquique, dictaminara que conforme con el artículo 492 del Código de Trabajo, la empresa tenía la obligación legal de declarar públicamente que la negociación colectiva con el sindicato no había terminado. Entonces, este orden anula los llamados que ha hecho la empresa, dirigidos directamente a los trabajadores, diciéndoles que abandonen la huelga. Se cree que Collahuasi apelará contra el fallo de la juez.
Para el Sindicato de Trabajadores de Collahuasi, el propósito de la huelga va mucho más allá que lograr un sueldo adecuado y primas de una empresa minera que, el año pasado, registró ingresos netos de US$1,56 billones. El sindicato también quiere que la empresa aumente del 80% actual a 100% su pago de atención médica, y que aumente del 50% actual a 100% las prestaciones para educación de los hijos de los mineros.
La cuestión de atención médica es de mucha preocupación. Collahuasi está situada en el Desierto de Atacama, en los Andes, a una altura de 4.000 metros, con bajos niveles de oxígeno, por lo cual el cuerpo se somete a mucho estrés. Además, se están realizando trabajos de ampliación de la mina, que aumentarán la producción de las 550.000 toneladas anuales que registra en la actualidad, a un millón de toneladas, con algunas minas nuevas a una altura de 5.000 metros.
En estas minas de cobre a cielo abierto, los trabajadores están expuestos a nubes de polvo que contienen partículas de cristales de sílice provenientes de las rocas trituradas. En estas condiciones, los mineros están propensos a contraer silicosis, enfermedad fatal de los pulmones.