15 noviembre, 2010
El 8 de noviembre, dos trabajadores fallecieron y otro quedó gravemente herido en una tragedia que pone de relieve la importancia de que Chile revise en forma inmediata, completa y reglamentaria la seguridad minera en el país, por manipulación errónea de dinamita en la mina de cobre de Los Reyes.
El siniestro señalado se registró a 60 kilómetros al noreste de Copiapó en la Región II del norte del país, a poca distancia de la mina de San José, lugar del dramático rescate de 33 mineros que se produjo el mes pasado, después de que éstos pasaran 69 días bajo tierra.
El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile señala que la mina subterránea de Los Reyes era nueva, sin registrarse, y que operaba en forma ilegal.
Los dos mineros fallecidos, uno de 40 años y el otro de 26, estaban trabajando su primera jornada completa en la mina. El trabajador lesionado, que tiene 21 años, sufrió una herida en la cabeza a raíz de la cual probablemente pierda el ojo izquierdo. Según se ha informado, unos detonantes viejos reaccionaron al calor y humedad y explotaron antes de tiempo.
La mina es propiedad de la Sociedad Legal Compañía Minera Del Sur, empresa minera de la cual no se tiene mucha información, excepto que extrae cobre de yacimientos pequeños. Un director de la empresa, un mejicano llamado Germán Statures Bazán, huyó de Chile inmediatamente después del accidente, tomando un vuelo de Santiago a Argentina. Las autoridades chilenas lo estaban buscando para detenerlo.