5 diciembre, 2011
Con un nuevo convenio colectivo que se aprobó recientemente, la Federación Única de Trabajadores Petroleros y del Gas (Federacão Única dos Petroleiros, FUP), organización brasileña afiliada a la ICEM, estableció importantes nuevas garantías de seguridad para los trabajadores de plataformas petroleras en aguas profundas.
Dos veces el sindicato estuvo a punto de declarar la huelga, pero postergó esas protestas cuando la empresa estatal brasileña acordó mejorar los sueldos y permitir mayor participación de la FUP y de los trabajadores en cuestiones de seguridad en las plataformas de las cuencas de Campos y Espírito Santo, y también en la empresa a nivel nacional.
Después de que la Junta General de la FUP aceptara, el 22 de noviembre, una propuesta modificada de parte de la empresa, por la cual se especificaban los requerimientos en materia de seguridad, el convenio logró la aprobación de 35.000 trabajadores petroleros en reuniones a nivel local, muchas de las cuales se llevaron a cabo el 26 de noviembre.
El nuevo convenio exige, entre otras cosas, representación sindical obligatoria de 150 especialistas en seguridad en la cuenca de Campos, y que en cada plataforma se realicen tres inspecciones al año. Petrobras está invirtiendo US$225 billones en proyectos de exploración y refinería, que incluye, para el próximo año, la exploración y desarrollo de 19 nuevos pozos en la cuenca Campos, en aguas profundas cerca del estado de São Paulo.
Durante las siete rondas de negociaciones, los dirigentes de la FUP exigieron que se aplicaran los mismos criterios de seguridad que había implementado la empresa estatal noruega Statoil con IndustriEnergi (IE), sindicato afiliado a la ICEM. Desde que fallecieron 11 trabajadores en 2001, en las explosiones y posterior hundimiento de su plataforma P36 en los campos Roncador costa afuera, se han producido unos 80 fallecimientos en lugares de trabajo, entre éstos uno acaecido en septiembre debido a un incendio en un buque cisterna que llevaba combustible diesel.
En 2010, la FUP exigió suspender el trabajo en las plataformas 33 y 35 frente a la costa del Brasil, y en enero y febrero de este año la empresa misma suspendió las operaciones en diferentes buques debido a problemas de seguridad.
Se lograron estas cláusulas de protección de seguridad para los trabajadores solamente después de que la FUP fijara un segundo plazo para la huelga, proyectada para el 16 de noviembre. Después de la primera amenaza de huelga que se había dado a conocer algunas semanas antes, Petrobras acordó mejorar las prestaciones de salud y de fondos para pensiones de jubilación de los trabajadores.
El acuerdo salarial, otro tema clave tratado en las negociaciones, otorga a trabajadores petroleros de Petrobras un aumento del 10,71%, que corresponde a un aumento real del 3,4% cuando se toma en cuenta la tasa de inflación en el Brasil.